La Federación de Música en España, Es Música, ha cerrado el ejercicio económico del año 2020 marcado por la pandemia de coronavirus con unas pérdidas de 1.000 millones de euros en facturación directa, según datos facilitados por la entidad a Europa Press.

A este cálculo se le suman los 7.000 millones de pérdidas indirectas. Esta valoración tiene en cuenta tanto a la música en vivo, música grabada y explotación de derechos de propiedad intelectual, incluyendo a toda la cadena de valor y a empresas y profesionales de otros sectores que de manera indirecta participan en la industria musical española.

La Federación de Música, que prepara un informe con el balance económico total, ya había elaborado sus previsiones a lo largo del año anterior. Las cifras negativas que se podrían alcanzar en el plazo de un año -contando desde el mes de marzo, cuando comenzaron los cierres por la pandemia- oscilan en torno a los 1.200 millones de euros.

Otros sectores como los productores musicales también aportaron sus propias previsiones. En este caso, la industria discográfica española ha sufrido unas pérdidas directas de más de 100 millones de euros a causa del coronavirus, según Promusicae.

Asimismo, las pérdidas de las salas de conciertos hasta final de año suman cerca de 120 millones de euros debido a la pandemia del covid-19, según la Plataforma de Salas de Concierto (PSDC). Las salas de conciertos cuentan con casi 5.000 trabajadores directos, la mayoría afectados por ERTE desde principios de marzo. Durante los meses de cierre y restricciones a lo largo del año 2020 se cancelaron aproximadamente 25.000 conciertos.

Algunas de las propuestas económicas enviadas a Uribes desde mediados del año pasado por parte de la Federación de Música incluían las de garantizar la liquidez de las empresas, en particular pymes y autónomos del sector de la música, o el impulso de una línea de financiación ICO para empresas de este sector afectadas por el covid-19. Además, reclamaban el aplazamiento del pago de impuestos como Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). La propuesta incluía la aprobación de un plan de choque para recuperar la actividad del sector, a través de la subvención de importes de entrada -de tal forma que el organizador pudiera reducir el precio de taquilla- o un incremento de la contratación por parte de las entidades públicas, con pago anticipado o bien inmediatamente después de la celebración.

No hay que olvidar que, desde el principio de la crisis sanitaria, el sector de la música ha sido uno de los más afectados ya que su actividad no es que se redujera es que se detuvo por completo pasando a no tener ninguna facturación lo que ha generado una incertidumbre en un sector compuesto por mucho más personal que los propios artistas. Precisamente por eso se fundó el movimiento Alerta roja que ha organizado diferentes concentraciones de protesta solicitando que el Ministerio de Cultura le dé vía libre a todas estas propuestas que han puesto sobre la mesa.