La respuesta de las autoridades fue rotunda. «No se puede tocar en la calle de momento». Algo que no entienden los músicos callejeros en Zaragoza que se han unido para mostrar sus reivindicaciones y su queja porque «nunca se les tiene en cuenta». Así lo expresa Violeta Monge: «Nunca se habla de nosotros, se habla en general de espectáculos y nos consideramos englobados ahí pero a la hora de la verdad nunca nos tienen en cuenta. En esta fase 1 ya se pueden hacer espectáculos al aire libre para público sentado y menos de 200 personas pero a nosotros no nos dejan a tocar. ¿Por que? No nos los justifican, simplemente alegan que es que vamos a provocar que se hagan más tumultos de gente porque muchas ganas de estas cosas y no se nos explica más».

Sin embargo, la visión de los músicos es muy distinta: «No considero que sea nada peligroso un músico tocando y guardando medidas de seguridad a las que, por supuesto, estamos dispuestos -indica Diego Meléndez-. Podemos facilitar que la gente circule y que no se detenga e incluso poner el bizum para que no tengan que echarnos monedas. ¡Queremos que se nos incluya en alguna parte!».

En ese sentido, Violeta Monge también apunta las posibles medidas que se podrían implementar para que no hubiera ningún riesgo: «Se puede modificar la normativa para que nos pongamos delante de terrazas con la gente ya sentada y señalizando los lugares para que la gente no se detenga. Podemos poner también nuestras marcas de distanciamiento en los suelos como se hace en las colas. Es decir, contar con las mismas medidas de seguridad que les obligan a los demás para continuar con su actividad pero a nosotros no nos dejan. Y no entendemos por qué somos tratados de esa manera más cuando en el mundo del arte no se está abriendo ninguna sala aún porque no les compensa y eso significa que la mayoría de los músicos estamos sin hacer nada», denuncia la artista que va más allá «Estamos muy concienciados porque queremos seguir con nuestra forma de vida, para casi todos nosotros es nuestra vida hacer y ver música en directo. Y si nos lo permitieran sería bueno para todos porque habría algo de arte y cultura en la calle. Es algo que no solo va en beneficio nuestro sino en el de la sociedad», revela Monge.

Algo en lo que está de acuerdo Diego Meléndez: «La mayor parte de las actividades están paralizadas y esto sería un empujoncito económico y cultural. Algo que tendría mucho valor después de un confinamiento en el que a la mayoría, la música y la cultura en general nos han salvado. No veo dónde está el problema si se hace con cuidado. Igual que lo hacemos en los balcones, ahora toca en la calle, hay que empezar a volver a la normalidad sin que haya ningún riesgo, eso siempre lo primero».

Con respecto a lo de los tumultos, Violeta Monge también tiene claro que no es un argumento muy justificado: «Si nos colocamos varios en sitios de Zaragoza amplios no existe ese problema porque, además, no somos artistas que generamos masas de gente. En Zaragoza hay muchas plazas grandes donde se podría actuar, incluso podríamos distribuirnos o reducirnos los horarios para organizarnos de la manera que consideren menos peligrosa según ellos».

Y todo serviría para aliviar un poco la situación de muchos de los músicos callejeros: «Nosotros estamos parados del todo y nadie nos sabe decir cuándo podremos retomar las actividades. Por mucho que dejen las normas que haya cultura y espectáculos no nos van a salir bolos de momento. Trabajamos en muchos sitios, en bandas, circos, teatro... y dependemos muchos de los ayuntamientos y sus contrataciones. De momento no han recuperado nada de las actuaciones porque hasta este momento no se ha atrevido nadie ni nos han asegurado nada. No tenemos nada ni sabemos cuándo lo vamos a tener», asevera Monge.

Los músicos callejeros, por eso, creen que es el momento, ahora que está empezando la desescalada de que se les permita recuperar la actividad. ¿Les han dicho cuándo está previsto que tengan permiso? «Al principio que no sabían y que de momento no se podía», señala Violeta Monge aunque Diego Meléndez sacó algo más de información hablando con la Policía: «Me acabaron diciendo que hasta la fase 3 no estaba previsto que pudiéramos tocar en la calle pero en cuanto les pregunté por qué me dijeron que no estaban para explicar nada sino para informar... Y me dejaron claro que si salíamos a la calle con los instrumentos no exponíamos a sanciones económicas así que, evidentemente, no estamos saliendo», concluye Meléndez.