Carlos Saura se mostró ayer ilusionado con los tres proyectos que tiene previsto abordar a corto y medio plazo, que le obligarán a viajar pronto a la India y al oeste de Argentina, por lo que asegura "no tener tiempo para recordar su pasado cinematográfico". Saura hizo esta afirmación en el Festival de cine de Huesca, cuyos organizadores le han concedido el premio Luis Buñuel.

A sus 82 años, y en un tono de broma, aseguró preferir haber optado a un premio que hubiera reconocido una trayectoria "emergente", porque su intención no es jubilarse sino continuar acometiendo proyectos. Así, subrayó que, tras más de cuarenta películas a sus espaldas, "creo que he cumplido bastante bien con el cine", aunque precisó a renglón seguido que espera "seguir trabajando en él".

ARGENTINA Y '33 DÍAS' El proyecto más inmediato es un documental que le llevará al oeste de Argentina para rodar algunos de los ritmos musicales tradicionales de la zona como la chacarera. Pero inmediatamente quiere abordar otro proyecto que le llevará a la región india de Rajasthan, de donde "se cuenta que proceden los gitanos".

El tercer proyecto al que se refirió Saura es una ambiciosa producción por la que el cineasta siente un profundo afecto, pero que se ha visto afectada por avatares diversos que le han hecho acumular más de dos años de retraso, la película 33 días.

"Yo --enfatizó-- lo dejo eso para más tarde, porque no tengo ganas de jubilarme. Lo que quiero es morirme, pero rodando una película". Además, aseguró sentir una especial emoción al visitar su ciudad natal de Huesca, donde nació unos pocos años antes de la guerra civil y donde pudo escuchar, siendo niño, los primeros bombardeos de la contienda. Él mismo ha asegurado considerarse un "niño de la guerra", ya que el trabajo de su padre, secretario del Ministerio de Finanzas del gobierno republicano de entonces, le llevó a escuchar bombardeos en Valencia, Madrid y Barcelona. "Por eso --señaló--, una de mis obsesiones en mis películas ha sido la guerra civil, que por mucho que se quiera es difícil de olvidar".

El director aseguró que en muchas ocasiones le hacen hablar del pasado y de las primeras películas que rodó, aunque cree que eso le exige "mucho esfuerzo" y que, en cualquier caso, "el pasado está muy bien como pasado, pero hay que vivir el presente".