TITULO En la línea de la marea. Evaristo Valle y Nicanor Piñole

AUTORES Evaristo Valle y Nicanor Piñole

LUGAR Ibercaja

FECHA Hasta el 11 de julio

El puerto de Gijón es el escenario principal de la selección de pinturas realizadas por Evaristo Valle (Gijón, 1873-1951) y Nicanor Piñole (Gijón, 1878-1978) ahora reunidas en Ibercaja gracias a la colaboración entre las fundaciones que custodian en Asturias el legado de ambos artistas, renombrados exponentes de la pintura regionalista del siglo XX en nuestro país. Muchas fueron las coincidencias que les unieron, como la muerte temprana de sus padres; los viajes al exterior para ampliar su formación, Piñole con destino a Roma y Valle a París; el regreso de ambos a Asturias en los primeros años del siglo XX, o la creación de las fundaciones que preservan sus memorias.

En el discurrir casi simultáneo de sus trayectorias cada uno aportó a la pintura una manera diferente de mirar el mundo. El crítico Lafuente Ferrari, excelente conocedor de sus obras, anotó con lucidez que la pintura de Nicanor Piñole representa la poesía de la observación y la de Evaristo Valle, la poesía de la imaginación.

En la obra Visita al puerto de Gijón (c. 1902-1905) que abre la secuencia de pinturas de Piñole es patente la huella que en el artista dejó el Impresionismo, que conoció en París de viaje a Roma, donde amplió su formación entre 1900 y 1902 tras cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en el estudio de Angel Ferrant.

La pincelada rápida y el lirismo del paisaje son la expresión plástica de la meticulosa observación de una naturaleza siempre cambiante; los efectos de la luz sobre la superficie del mar se imponen en una escena desprovista de narración. A su regreso a Asturias, los temas costumbristas, que resuelve con un tratamiento poco academicista, aparecen en su pintura en composiciones muy construidas, con el vigor expresivo de una línea que dibuja formas y contornos, y el uso de colores sobrios y oscuros. Todo transcurre en el viejo puerto de Gijón, donde los personajes permanecen al resguardo del mar, que Piñole pinta bravío o en calma.

Contemplanubes. Así llamó Enrique Lafuente Ferrari a Evaristo Valle, porque como el propio artista afirmaba, más que pintar en el lienzo, le gustaba mirar y pintar el cuadro en la imaginación. Odiaba pintar del natural porque aspiraba a una síntesis mental de la visión. Nunca le interesó la descripción sino la ensoñación; la pintura era una cosa en sí misma y a tal fin puso todos sus recursos, como la huída deliberada de acciones directas, la acusada expresividad de los personajes y el rigor compositivo.

La manifiesta influencia de Gauguin no oculta en su obra el decisivo y profundamente emotivo encuentro del artista con el paisaje de Asturias, referente principal de su aportación a la pintura.