Manuel Ruiz Queco , también conocido como el padre del Aserejé , es un superviviente de la música que disfruta de un éxito tardío. El músico cordobés fue el descubridor de Las Ketchup y el creador de ese himno transoceánico del que se han vendido nueve millones de discos. Su historial como compositor es larguísimo, aunque siempre a la sombra de nombres como el del citado trío femenino y otros igualmente célebres: Niña Pastori, Remedios Amaya, Gipsy Kings, Azúcar Moreno y Raimundo Amador son sólo algunos.

Lo que muchos ignoran es que empezó como intérprete --llegó a ser un ídolo del pop aflamencado con letras como Olé con olé -- y que un brutal accidente de coche le apartó de los escenarios. Queco explica que si decidió volver a cantar después de 12 años fue gracias a Tengo . "Es mi mejor canción --asegura--. Tiene una letra que me devolvió las ganas de cantar y no quería que triunfara en boca de otros".

La pieza en cuestión, que ha sonado hasta la saciedad en los resúmenes de Gran Hermano , se coló en el número uno de los sencillos más vendidos durante semanas. También el disco al que la canción da título ha subido a lo más alto. Un éxito que ha dado a Queco fuerzas para alimentar un sueño, "montar una academia en plan UPA Dance pero en versión flamenca y en Córdoba", del que ya ha dado parte a la alcaldesa Rosa Aguilar.

AYUDAR A LOS JOVENES

Su intención es ayudar a los que empiezan. "Siento la obligación moral de intentar que a estos chavales no les chupen la sangre como a mí". Una misión que, de alguna manera, ya lleva a cabo desde el estudio Filigrana que montó en la primavera de 1998 y que ahora acoge a futuras estrellas, profetiza, como El Potro de Almodóvar o Los Atlánticos.

En Tengo conviven piezas nuevas con otras antiguas que otros interpretaron pero que Queco recupera en su versión original. Entre sus últimas producciones de éxito destaca el compacto María , de Niña Pastori, aunque su mayor triunfo como autor y cazatalentos es, sin duda, Aserejé . Sin embargo, aún le queda por cobrar la mejor parte del botín. "Sony todavía no me ha pagado los derechos de autor", se queja Queco. El músico sostiene que la compañía le debe cuatro millones de euros.