PASOS MÍNIMOS

José Antonio Conde

Lastura

La reflexión sobre el lenguaje que José Antonio Conde ejecuta en cada uno de sus libros es también un motor fundamental de Pasos mínimos, su más reciente poemario, publicado por Lastura. En esta ocasión, a lo largo del libro se mantiene el simbolismo sostenido del camino, de esos pasos mínimos que se nombran en el título y que ya desde el comienzo van desvelando, o quizá nombrando con una voz más acallada que callada, un itinerario.

Es interesante comprobar cómo ese campo semántico del camino va asomándose a lo largo del libro, dando diversas alternativas de aproximación a lo que, en el fondo, constituye el eje del poemario: la tensión en el decir, como el propio autor señala en uno de sus poemas. Esta tensión, que ha aparecido prácticamente en todos los anteriores libros de Conde, tiene esta vez un sesgo dinámico, proporcionado por ese fondo que es el movimiento itinerante: en otros títulos el autor se había colocado ante la realidad contemplándola y nombrándola a través del lenguaje y de sus versos; en este la recorre, la transita y la explora, y si los pasos pueden identificarse con la palabra, el que sean mínimos da un claro indicio de cuál es la problemática que preocupa al poeta: «El verbo asume lo mineral, / y nos concede una greda estéril, / un tributo de arenisca / que se cuartea en el poema, / que se agrieta en el decir».

Los poemas esenciales del poeta José Antonio Conde, «de una ortografía emocional / próxima a la desnudez», van dando así vuelta -recorren, crean su camino- en torno al sentido, una meta que al adivinarse inaprensible no deja lugar al descanso final. «Existir en la deriva, y caminar, / piedra con piedra, / silencio a silencio», recuerda el autor en los versos que cierran este libro, que se constituye en un mapa a la vez mudo y lleno de sugerencias de un viaje que siempre se está deseando retomar.