Matthew Pearl reconoce que se siente algo "abrumado" por el éxito de su primera novela, El club Dante . Y no es para menos. Un millón de ejemplares vendidos en Estados Unidos, una cuarta edición en España (de Seix Barral), y la publicación en 20 países han llevado a este joven escritor, nacido en Nueva York en 1975, a la gloria de la moda de las narraciones conocidas como thrillers históricos. Además, la crítica ha calificado a novela de "culta" y de "fineza literaria".

Pearl, licenciado en literatura de su país y europea, escribió su tesis doctoral sobre Dante; su fascinación por el autor de La divina comedia "fue algo visceral, como la química que surge entre dos personas que se conocen por primera vez", afirma. Lo más interesante de esta experiencia fue "descubrir cómo Dante explora la naturaleza del mal y cómo, al mismo tiempo, explora la sanción del mal, esa especie de catálogo de castigos para diferentes crímenes o pecados". También le atrae el "reconocimiento implícito de que hay crímenes tan terribles que no pueden tener castigo".

En El club Dante Pearl urde una trama en la que mezcla lo real con la ficción tras una amplia investigación y acopio de documentación. La novela está ambientada en el Boston de 1865, después de la guerra civil norteamericana. Ilustres personalidades de la ciudad aparecen asesinadas siguiendo un ritual inspirado en el infierno de Dante. Un policía negro y un grupo de escritores inmersos en la traducción del escritor italiano desplegarán sus conocimientos para desentrañar el caso.

FICCION Y REALIDAD

El policía sí es un personaje de ficción pese a que pueda parecer algo forzado. Pearl encontró el modelo a seguir en un mando policial que ejerció en Nueva Orleans dos años después de la fecha en que sitúa los hechos. Por el contrario, los escritores son reales. Uno de ellos, Henry W. Longfellow, era un apasionado de Dante, y formó la sociedad de ese nombre que se reunía todos los miércoles, como en la novela.

A Pearl le llamó la atención el compromiso con la literatura de ese grupo de intelectuales norteamericanos que en el siglo XIX tenían que luchar contra los prejuicios y la censura de los bienpensantes dirigentes de Harvard, opuestos a que La divina comedia fuera traducida en EEUU. "La forma más práctica de mostrarlo --explica el autor-- fue la del suspense histórico". Pearl rechaza cualquier pretensión de educar al lector en los clásicos, pero reconoce que es "gratificante" recibir cartas de seguidores que han releído a Dante o a los que ha despertado la curiosidad.

Las comparaciones con El nombre de la rosa , de Umberto Eco, son inevitable, sobre todo si Pearl reconoce que es su "novela favorita". Ambos libros, dice, "comparten el espíritu de investigar o conocer la historia a través de la ficción, que es como hacer ficción de la historia". Por el contrario, rechaza que haya seguido la estela de El código Da Vinci , ya que su libro salió al mercado antes que el de Dan Brown.