107 días es todo lo que ha durado José Ángel Hevia al frente de la Sociedad General de Autores y Editores. El presidente que debía frenar la intervención ministerial de la SGAE fue destituido ayer por la mañana por la junta directiva que, acto seguido, escogió a la compositora y soprano Pilar Jurado como nueva mandataria de la entidad. Es la segunda mujer que preside la sociedad de gestión en sus 120 años de historia y la sexta persona que ocupa este cargo desde que en el 2011 fuese detenido el patriarca de la entidad Teddy Bautista.

La de ayer fue una jornada de máximo suspense. Similar a la de esos cónclaves vaticanos en los que se elige nuevo Papa a puerta cerrada mientras decenas de miles de fieles (o socios) esperan pacientemente un veredicto ante el que no tienen voz ni voto. A mediodía la fumata blanca asomaba por primera vez por el tejado del Palacio de Longoria, la sede central de la SGAE. Así se anunciaba la destitución de Hevia. La intervención ministerial aún está en curso, pero podría decirse que el cese del gaitero es el primer efecto de esta amenaza del equipo de José Guirao. Se consumó con 22 votos a favor, 12 en contra y uno en blanco. Hora y media después, fumata blanca de nuevo para anunciar esta vez que la soprano madrileña sumaba 22 votos y, por lo tanto, desbancaba al guionista sevillano Antonio Onetti, que sólo obtenía 12.

Jurado ha formado parte durante 14 años del consejo de administración de la SGAE, es la directora institucional de Artes Escénicas de la Fundación SGAE y ha sido miembro del consejo de la Música del Ministerio de Cultura. Si Jurado es hoy la nueva presidenta, lo es también, gracias al apoyo de una decena de aquellos directivos del colegio de Pequeño Derecho que la comisión deontológica señaló por tener conflicto de intereses por las madrugadas televisivas.