La sexta edición del Pirineos Jazz Festival se adentra en los ritmos bailables del swing, el funky y la bossa nova. Una programación rica en contrastes que convertirá el pueblo recuperado de Morillo de Tou, del 11 al 15 de julio, en el epicentro altoaragonés del género musical oriundo de Nueva Orleans.

Con una apuesta firme por las voces femeninas, esta vez será la de Patricia Crowley, procedente de Costa Rica y con cadencias gospel, junto a otras más cercanas como la de Maribel Aragón, que puso ayer la nota musical a la presentación acompañada por el músico Chus Peralta, quien también ejerce de director artístico del festival. Tanto él como Juanjo Javierre, por el área de Cultura de la DPH, el teniente alcalde de Aínsa, Pep Gracia, y el gerente de Morillo de Tou, Pedro Arbó, desgranaron los alicientes de esta cita con el «jazz de calidad».

Centrado nuevamente en sus tres líneas maestras: las voces femeninas, la calidad y la heterogeneidad, este festival tiene detrás a la propia gente de la comarca y quiere dar continuidad a la labor durante décadas del club JazzTamos en Sobrarbe.

Este año la programación arranca el jueves 11 de julio con el pasacalles de la banda Dixieland Blues y su habitual derroche de energía, primero en el casco antiguo de Aínsa y luego en Morillo, al ritmo de instrumentos tan variados como la tuba, el banjo o la trompeta. Esta misma jornada se proyectará el largometraje Whiplash de Damien Chazelle, una de las películas sobre jazz más aclamadas que será el telón de fondo para presentar, a su vez, la Muestra de Cine de Ascaso.

El día más internacional será el viernes. A partir de las 22 horas se podrá escuchar la voz de la costarricense Patricia Crowley, a la que le preceden trabajos como el espectáculo musical de Michael Jackson. En Morillo de Tou estará acompañada por una poderosa banda de percusión y cuerda para que el espíritu de la música negra esté muy presente.

La siguiente cita será el sábado con The Hot Swing Machine, que promete una fiesta de baile retro en clave pop, al estilo de los 40 y 50 y con bailarines de swing y lindy hop. El cierre estará reservado a una actividad que supone una especial conexión entre el jazz y el público familiar del centro de vacaciones de Morillo de Tou. Para ellos está dirigida la propuesta musical y didáctica de Monkayo Jazz Band, que cada año tratan de introducir a los más jóvenes en el mundo de la música.