La subasta de una valiosa colección de obras del artista catalán Joan Miró en manos del Estado es objeto de discordia en Portugal, donde miles de personas reclaman al Gobierno que anule su venta en un conflicto que ya llegó hasta el Parlamento. Las 85 piezas con la firma de Miró, todas cuadros a excepción de una escultura, eran propiedad del Banco Portugués de Negocios (BPN), entidad que acabó siendo nacionalizada en 2008 por riesgo de quiebra en el que todavía hoy es considerado uno de los mayores escándalos financieros de la historia reciente del país.

Las obras han tenido un paso tumultuoso por Portugal, donde aterrizaron hace más de siete años pero, de forma difícilmente explicable, nunca han sido expuestas en suelo luso. Durante todo este período han permanecido "escondidas" en las reservas de un banco, guardadas a la espera de volver a ver la luz.

Si el Gobierno luso no da marcha atrás, la puja se celebrará en la casa de subastas Christie's los próximos 5 y 6 de febrero y en ella se pretende recaudar 35 millones de euros. Uno de los ingredientes que más indignación ha generado en el país es precisamente su precio de salida ya que la misma firma británica valoró las obras en más de 80 millones de euros en 2008.

"La suma es ridícula, en la medida en que la cantidad de obras colocadas a la venta hace descender su precio", se advierte en la iniciativa publicada en internet para recoger firmas contra su venta, que ya cuenta con el apoyo de más de 10.000 personas. Su impulsor es el galerista Carlos Cabral Nunes, quien no esconde su espanto ante la posible venta, algo que considera una "atrocidad". "Este proceso abre la caja de Pandora porque a partir de aquí cualquier Gobierno puede alienar patrimonio que existía antes de que llegase al cargo a cambio de réditos económicos, y las colecciones de arte pasarían a ser activos financieros. Sentaría un precedente muy peligroso a nivel cultural", alerta.

La polémica ha alcanzado también al Parlamento luso, donde la oposición de izquierdas han alzado la voz contra lo que califica como un "expolio".