--¿Cómo es Suite?

--Tiene diez canciones. Se titula así porque ha sido escrito fundamentalmente en una habitación de hotel pero también porque es mi disco más bailable y me gustaba mucho la analogía con el nombre que se le da a la suite en el barroco, esa composición de varias piezas breves que están pensadas para bailar.

--Se puede escuchar desde el pop-funk de Protocolo al rap de Ser...

--Y a pesar de eso creo que es mi disco más coherente y homogéneo, aunque siempre me dejo salpicar por cantidad de géneros e influencias. Me declaro fan de la música, más allá de géneros. Entonces cuando me apetece hacer algo, lo hago y punto. Ser es un buen ejemplo de ello porque tiene una parte funk rapeada pero llega el estribillo y se convierte en una cosa de pop clásico casi al estilo Beatle. Me dejo llevar simplemente.

--¿Qué ha cambiado desde su primer trabajo hasta este sexto?

--En el primer disco trabajaba con un equipo de gente y yo escribía las letras y daba ideas para la producción. Ahora las canciones las escribo, las grabo y las produzco yo, y eso le cambia el carácter. Además de eso, ha evolucionado mi estilo marcado por lo que he visto en el directo, por cómo veía reaccionar a la gente frente a cierto tipo de canciones. Y me di cuenta de que lo que más me apetecía hacer era verlos bailar, y eso lo conseguía con canciones enérgicas.

--¿Qué es Pecker hoy?

--Creo que sigue siendo el proyecto de Raúl Usieto que hace canciones para sentirse bien y para hacer sentir bien. Pero he cambiado, desde el primer disco han pasado diez años. Ha cambiado que antes vivía en Madrid y en Barcelona, ahora vivo en Huesca. Y no han cambiado muchas cosas: lo que me rodea, que siempre es fundamental para sentirse equilibrado, y que sigo siendo fan de la música.

--Ha trabajado con discográfica pero ahora se autoproduce. ¿Qué supone este cambio?

--Libertad absoluta, aunque siempre la he tenido. He tenido la suerte de trabajar con Warner o filiales de Warner pero siempre he tenido libertad creativa. Trabajar solo tiene la ventaja de que puedes hacer exactamente lo que te apetece hacer, y tiene la desventaja de que no tienes esa sensación de equipo que tienes cuando eres un grupo. Yo, por suerte, tengo a María, mi mujer, que está implicada en todas las partes de los procesos que tienen que ver con Pecker. Es como mirarme desde otro lado porque muchas veces no sé si mola o no mola lo que hago.

--¿De dónde saca esa inspiración positiva que rodea a sus canciones?

--Supongo que es una necesidad vital. Es como buscar la luz en los problemas y como todos los tenemos, a mi me gusta con la música buscar el punto optimista a la vida.

--Suite ya se podía escuchar en internet antes de su lanzamiento. ¿Es ese el camino de la industria musical?

--Hay cosas que no me gustan pero acepto que son así. Los discos los escucho en internet y luego si me gustan me los compro. Me gusta el objeto, no llevo muy bien eso de tener unas canciones que no puedes tocar. Como músico, ya no como espectador, lo acepto, sé que es así, sé que se venden muchísimos menos discos que antes y que la manera de llegar es a través de internet.

--Está proliferando el pop electrónico con la etiqueta indie, ¿se está quemando el estilo?

--Tengo la sensación de que eso no pasa en España. Sí que es cierto que en Inglaterra, Estados Unidos y Europa en general sí que hay una apuesta por el pop electrónico. A veces yo me veo fuera de lugar aquí porque pienso que mis discos se entenderían mejor fuera.

--Ha vivido en Madrid, en Barcelona, y ahora ha vuelto a Huesca. ¿Cómo ha llevado el cambio del ajetreo al ritmo más pausado?

--Cuando nos vinimos de Barcelona tenía miedo de no tener la inspiración porque mi música es urbana y parece que la creatividad la puedes encontrar con mayor facilidad en el ajetreo de una ciudad. Me di cuenta que no era necesario. Las historias las puedes contar desde cualquier lado, hace falta tener una buena situación en compañía de la gente a la que quieres.

--¿Cómo ve el panorama musical aragonés?

--Super excitante. Veo muchas cosas, particularmente en Huesca, porque hay una actividad cultural bestial. Hay muchísimos grupos y no necesariamente en una única línea. Creo que es un buen momento sobre todo porque se ha roto la hegemonía que había en Aragón de esos dos grandes grupos que hacían parecer que no había nada más.

--¿Le gustaría colaborar con algún grupo de Aragón?

--Soy muy fan de The Bärds. He colaborado con Volador y he sido muy fan también de Rapsusklei, me han encantado siempre sus letras. Me encantaría colaborar con él.