En apenas seis días, la voz de Ricky Martin (San Juan, Puerto Rico, 1971) alcanzará resonancias planetarias: su canción Vida será una de las que ponga banda sonora al Mundial de fútbol de Brasil. Y hoy (por ayer) toca parada y fonda en Madrid para apadrinarla. Se siente como en casa, al fin y al cabo este también es su país.

--Desde el 2011 tiene pasaporte español. ¿Qué le parece la que tenemos liada con la abdicación del Rey, que también es su rey?--Técnicamente es cierto, el Rey de España es mi rey, pero en realidad apenas he vivido aquí, así que no puedo opinar demasiado. Solo puedo decir que conozco a Felipe y Letizia, que un día me invitaron a comer en Nueva York, y me parecieron muy amables. Aparte de esto, me parece estupendo que España se exprese.

--¿Por qué solicitó la nacionalidad española?--Cuando tuve a mis hijos sentí la necesidad de indagar en mi identidad, porque sé que algún día ellos me harán preguntas. Tengo preparadas las respuestas genéticas sobre mí y sobre su madre, pero deseaba hablarles de mis raíces. Mi apellido procede del País Vasco y también tengo sangre corsa. Porto ancestros mediterráneos y quiero que mis hijos los tengan presentes. Ellos hoy también están en su país.

--¿Van con usted?--Siempre. Allá donde oiga que está Ricky Martin, esté seguro de que sus hijos andan cerca. Mi vida es un poco loca, continuamente estoy de viaje, pero esto no es un problema para mí ni para ellos, porque se han acostumbrado desde que nacieron. De hecho, cuando estamos más de una semana en el mismo lugar, en seguida preguntan: '¿Papá, dónde vamos ahora, cuándo subimos al avión?' Conocen los mejores museos y zoológicos del planeta, ¿qué mejor cultura voy a poder darles que eso?

--Recuerda a la vida de los feriantes.--Bueno, para mí esa ha sido la única vida que he conocido desde bien chiquito. Era un crío cuando empecé en el grupo Menudo y aquello era como trabajar en el circo o el teatro, todo el día de un lado para el otro. Y míreme, no me falta un brazo ni sufro ningún trauma.

--Ahora toca recorrer el planeta para promocionar su canción del Mundial. ¿Un proyecto así cómo nace? ¿Se le ocurre a usted o le llaman de la FIFA?--Me lo propuso la FIFA y, obviamente, les dije que sí. Solo un tarado podría negarse a participar en un escaparate como el Mundial. Ya canté la canción de Francia'98 y me fue genial. Pero esta vez he querido que la melodía la aportara el público, no yo. Hicimos un concurso invitando a todo el mundo a participar y nos enviaron 1.600 temas, de donde salió la elegida. Esa última decisión la tomé yo.

--Parece que se le da bien ponerle música a las celebraciones.--Conviene no confundirse, porque mi vida tiene muchos colores, hay altas y bajas, no siempre estoy arriba, y me gusta que eso también se note en mi música. Por eso en mis discos procuro incluir baladas y temas intimistas. Cantar no es celebrar la alegría todo el tiempo, aunque reconozco que me va muy bien con los ritmos bailones.

--¿Cómo recuerda la experiencia del Mundial de Francia de 1998?--Fue espectacular. Pude llevar mi idioma a todos los rincones del planeta, la canción fue número uno en 70 países no hispanohablantes. Para mí fue la demostración de que se puede conquistar el mundo sin cantar en inglés.

--¿Qué ha cambiado en su vida desde entonces?--Me siento infinitamente mejor. El Ricky Martin de 1998 era un chaval lleno de inseguridades y conflictos que reclamaba ser aceptado. Hoy me siento libre, en calma, en paz. Sigo enviciado con los escenarios, pero lo vivo con menos ansiedad.

--Y también se ha hecho padre.--Es lo más importante que me ha pasado. De pronto en mi vida no hay plan, el plan son mis hijos, que todos los días me enseñan cosas nuevas. El artista es muy ególatra, pero tener hijos te cura, porque te recuerdan que el centro de tu vida no eres tú, sino ellos. También me protegen de los subibajas. He pasado por etapas personales muy complicadas, pero ahora no puedo estar mal, he de estar bien para ellos.--De momento, lo próximo será su nuevo disco, que ha llamado Reglas de sexo

--De momento, lo próximo será su nuevo disco, que ha llamado y que aparecerá para el otoño. ¿Qué encontraremos en él?--Mantengo mi cultura, mi raíz, pero siempre me gusta empaparme de influencias. Encontrarán baladas poderosas, cargadas de un romanticismo muy fuerte, porque en este tiempo he vivido relaciones muy importantes, he conocido instantes de euforia amorosa en la intimidad que me han marcado, y todo eso va a estar en el disco. En definitiva, voy a cantar sobre lo que es para mí ser hombre.