ARTISTAS El grupo romano Giuda y la banda zaragozana Screamin' Diablos

LOCAL Sala López

FECHA miércoles, 26 de noviembre

ASISTENCIA 120 espectadores

La del miércoles en la sala López fue una de esas noches divertidas que te conectan con la esencia del rocanrol; sin trampas, sin trucos, sin poses pretendidamente modernas. Música directa y agitadora, y a otra cosa, amigo. El grupo italiano Giuda (traidor, como Judas) ejerció de cabeza de cartel. Lo hizo a conciencia, con un nivel interpretativo notable, con resolución escénica y no poca energía. Lo suyo es una mezcla sonora singular: se presenta como una formación de glam-punk, pero a la postre sus canciones son un cruce posible y entretenido de Credence Clearwater Revival, Status Quo, T. Rex , Eddie And The Hot Rods y Suzie Quatro. Podríamos añadir algunas referencias más, pero creo que las citadas son suficientes para hacerse una idea de por dónde van sus tiros sonoros.

Giuda tiene canciones pegadizas y bien construidas (Wild Tiger Woman, pieza del mismo título que la que popularizó en los años 60 el grupo The Move, es una de las más singulares), y conecta con el público con facilidad. Sus conciertos (así lo demostró) son auténticas celebraciones musicales. Estos italianos no han inventado la pólvora ni pretensiones que tienen; pero no se les puede negar pasión por la música y habilidad para hacer con ella una gran fiesta. Hasta se atrevieron con una vitaminada versión de Get Back.

Screamin' Diablos abrió la velada. El grupo es reclamado a menudo para actuar en toda clase de locales, y poco a poco su nombre y su directo van creciendo. La formación surgió de las cenizas de Precarios, y su repertorio se inscribe con buena letra en los manuales del rock garajero más matizado. Recientemente ha editado un Ep (The Story Of Jeffrey Brown, Ashtray, Blue Full Of Vultures y Shadow) y sus actuaciones raramente defraudan.