"Tengo un carcinoma en la vejiga y en noviembre me tienen que operar. Físicamente me encuentro muy bien y anímicamente también porque lo tengo asumido". Así de claro habló ayer Joan Manuel Serrat en una rueda de prensa en Madrid donde presentó los recitales que desde hoy hasta el domingo ofrecerá en el Festival de Otoño.

Nada hacía sospechar a quienes se interesaban por su espectáculo sinfónico que el cantautor estaba con un pie en el quirófano. Cordial como siempre y con buen aspecto físico, Serrat hizo público su verdadero estado de salud al ser preguntado por las razones que le han llevado a suspender la gira por Estados Unidos, Costa Rica, México, Uruguay y Argentina. "Debo operarme", dijo.

Con 60 años de edad, de los que ha dedicado 40 a una intensa carrera artística, el cantante explicó que desde hacía un año y medio estaba siendo tratado del carcinoma: "El tratamiento no ha sido todo lo beneficioso que se esperaba y hay que tomar decisiones drásticas".

DESCUBIERTO A TIEMPO

Antes de abordar esta cuestión, Serrat habló de su trabajo con las distintas orquestas que lo han acompañado en los 80 conciertos que ha dado este año, uno de ellos durante el Pilar. "Me siento acústico, sinfónico y eléctrico", fue su balance. Sonreía pero estaba algo nervioso, quizá indeciso, para encontrar las palabras adecuadas. Tras dar a conocer la noticia, que impactó a los presentes, al cantautor se le notó más relajado.

Explicó que su enfermedad --"suerte que ha sido descubierta a tiempo"-- le ha permitido seguir con su ritmo de trabajo porque "no tiene grandes manifestaciones externas". Aseguró haber tenido una "magnífica calidad de vida" y haber seguido una dieta con "algunas restricciones". Tras la operación verá cuál es la reacción del cuerpo.

Esto en lo que se refiere a su estado físico. ¿Y el ánimo?. "Lo tengo asumido", dijo. "En esta vida lo importante no es lo que te ocurre sino cómo lo enfrentas". El, según mostró ayer, con mucha naturalidad y buen humor.

De momento, acude al madrileño Teatro Albéniz --Joan Albert Amargós dirigirá la Orquesta de la Comunidad de Madrid y Ricard Miralles estará al piano-- con "placer". El público de la capital, con el que tiene establecida una complicidad desde hace años, "es generoso, le gusta disfrutar y tiene pocos prejuicios". Eso sí, advirtió que nadie espera grandes alardes porque hay que "desconfiar del artista que dice que improvisa". Algunas de las canciones del Serrat sinfónico tienen 40 años (Ara que tinc vint anys ) y otras apenas uno (Es caprichoso el azar ), pero al artista no le preocupa el paso del tiempo. "Procuro no cultivar la nostalgia", afirmó. Serrat empezó su carrera con la sola compañía de una guitarra. Ahora se rodea de una orquesta sinfónica para "vestir" sus canciones de otra manera.