Uno de los principales acontecimientos de esta 57 edición del Festival de Cannes estaba fuera de la competición oficial: la presentación de Kill Bill Vol. 2 , de Quentin Tarantino, que es el presidente del jurado. La expectación fue totalmente colmada. Si muchos dicen que esta segunda parte supera a la primera, por algo será. Y es que el realizador gusta de ver películas y se considera el primer espectador de su propia obra. "Hago las películas para mí mismo. Yo soy mi público. Nunca abandono la idea de formar parte de los espectadores cuando hago un filme", dijo ayer por la tarde el cineasta, que llegó a la rueda de prensa 40 minutos tarde.

VERSION ESPECIAL

En Kill Bill Vol. 2 se dan las explicaciones necesarias para entender toda la trama; los cabos sueltos que quedaban en la primera parte quedan perfectamente aclarados. El final es sorprendente e inesperado, al tiempo que se muestra a un nuevo e importante personaje, Bill, del que David Carradine hace una interpretación magistral.

Las primeras imágenes recopilan lo primordial de la primera entrega, de modo que el espectador que no la ha visto queda al tanto de los antecedentes. En una sesión especial, Tarantino ofrecerá en Cannes un remix de las dos cintas, que es como presenta Kill Bill en Japón, incluyendo de paso más escenas de lucha.

"La violencia es necesaria en esta película, de lo contrario no la habría puesto", sentenció Tarantino, que se mostró molesto por la insistencia en este tema. "No tendría ningún problema en hacer la película más sangrienta de la historia del cine", añadió, entre serio e irónico. Si tuviera que elegir una película suya y otra ajena escogería Reservoir dogs y El bueno, el feo y el malo , de Sergio Leone.

Uma Thurman vuelve a ser la gran heroína, haciendo de nuevo alarde de su destreza con las artes marciales y de su talento dramático. En esta ocasión, el realizador maltrata aún más a su personaje. "Es una mujer antifemenina, despojada del poder de seducción", afirmó la actriz. Ella y el resto de actores tuvieron que realizar duros ensayos para las luchas tanto en Los Angeles (tres meses) como en China (un mes).

En la sección competitiva ha sorprendido por la fuerza de sus imágenes Old boy , del coreano Park Chan-wook. Es una impactante historia de venganza que conjuga la belleza plástica con una crueldad fuera de lo común. Comienza con el secuestro de un hombre y su posterior y vejatorio cautiverio durante 15 años. Lo mejor viene luego.

También a concurso se presentaron la coproducción hispano-argentina La niña santa , de Lucrecia Martel, en una línea similar a su anterior La ciénaga , y Comme une image , de Agn¨s Jaoui, que también muestra un escenario parecido al de su filme precedente, Para todos los gustos .