Desde su primera aventura publicada en 1930 por Georges Remi, Hergé, Tíntín se ha convertido en el reportero más conocido del cómic, y desde hace unos años lo hace también hablando aragonés. Con A isla negra, la editorial Zephyrum y Trilita Ediciones acaban de publicar su cuarto tebeo en aragonés, con la traducción de Chusé Aragüés.

La idea surgió en el 2019: «Hablando con un amigo editor de cómic, me dijo que estaban preparando una edición múltiple de distintos idiomas de España, en valenciano, en vasco, en gallego, en castúo (el dialecto de Extremadura)... y le pregunté si había posibilidad de hacer una edición en aragonés. Enseguida se lo comenté a José Ignacio López Susín (director general de Política Lingüística del Gobierno de Aragón)», explica Daniel Viñuales, de GP ediciones. «A partir de ahí, se abre un proceso de colaboración en el que nosotros participamos adquiriendo los ejemplares y mandándolos a bibliotecas y centros escolares», señala López Susín.

Compuesta la colección por 24 tomos, la edición en aragonés ha alcanzado su cuarta publicación con A isla negra, precedida por Obchetivo a Luna y Aterrizache en a Luna y As choyas d´a Castafiore, aunque Viñuales quiere continuar con el proyecto: « La idea es completar la colección», apunta.

En manos del traductor queda la posibilidad de adaptar con mayor realismo y alguna que otra licencia creativa para darle a la lectura un matiz original que conecte con su público. Algo que sucede con los personajes Hernández y Fernández, que en la traducción de Chusé Aragüés pasan a llamarse Asín y Acín, o en las propias expresiones de los personajes. «Sobre todo los insultos del Capitán Haddock. El traductor, Aragüés, es un especialista en aragonés y tiene editado un libro sobre insultos en aragonés. El lenguaje del Hadhock da para mucho», explica Daniel Viñuales.

Desde Política Lingüística del Gobierno de Aragón ven con buenos ojos este tipo de proyectos, que ponen en valor el aragonés: «Durante estos años hemos notado un mayor interés en todos los ámbitos por la lengua porque esto es una pequeña parte de todo lo que se trabaja», comenta José Ignacio López Susín.

Introducir la lengua

Una traducción, la de Tintín, que si bien busca revitalizar un clásico del mundo del tebeo, también se plantea poder introducir el aragonés de una manera informal y que a través del ocio permita conectar mejor con sus lectores. «El lenguaje del cómic es siempre más fácil de leer. Puedes tener una buena herramienta para introducir el aragonés, porque relacionas la imagen con el texto y te hace más fácil la compresión», comenta Viñuales. Tintín ha sido traducido a más de 70 idiomas, el primero de ellos al portugués, en el caso del español, la primera edición llegó con El secreto del unicornio y El tesoro de Rackham el Rojo de la mano de la editorial Casterman.

Chusé Aragüés, que está al frente de las traducciones, ha hecho esta misma labor con grandes clásicos de la literatura, como A metamorfosis, O prenzipet , Alizia o Peter Pan. Aragüas es a su vez autor del Dizionario aragonés-castellán y castellano-aragonés.