Los planes de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, de reducir el IVA para la producción musical y los libros chocan frontalmente con la legislación europea. La Comisión Europea (CE) advirtió ayer que los estados miembros no tienen opción de aplicar una franja impositiva por su cuenta en materia cultural porque se produciría una distorsión del mercado. Si España desobedeciera las normas comunitarias se arriesgaría, por tanto, a ser sancionada. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio ayer marcha atrás al calificar el anuncio de Calvo de "expresión de un deseo".

La satisfacción que en medios culturales produjeron las palabras de la ministra el pasado jueves ha durado bien poco. Carmen Calvo anunció una reducción del actual 16% del IVA aplicado a los discos al 4% y el establecimiento de un 1% simbólico en los libros, tal y como figura en el programa electoral del PSOE.

En caso de que España actuara unilateralmente, la Comisión Europea abriría un procedimiento de infracción. Los temas de fiscalidad en la UE --integrada desde hoy por 25 países-- requieren la unanimidad de los gobiernos para que la Comisión presente una propuesta a debate.