Con el cartel de entradas agotadas, la cita prometía. Más de 200 personas entraron ayer al mediodía al museo Pablo Serrano y esta vez no fue para contemplar una de sus exposiciones; buscaban otro tipo de arte: disfrutar de la música en directo de la banda Rufus T. Firefly y de un «vermú canalla» acorde con el grupo. La primera propuesta de tres, que servirán para promocionar el festival Polifonik sound -se celebra en junio en Barbastro- en la capital aragonesa.

Pero no todo salió como estaba previsto. La lluvia obligó a descender unas plantas este primer vermú musical, que inicialmente se iba a celebrar en lo más alto del museo, en su emblemática terraza, abriendo paso así a la programación de actos al aire libre de la temporada. Pero no pudo ser, no se hizo al aire libre pero sí dentro del museo, algo que tampoco suele ser habitual.

Los primeros acordes del Polifonik sound, convertido en un referente de la música indie en Aragón, sonaron ayer en Zaragoza. Rufus T. Firefly interpretó ante un pequeño grupo de fans, los temas de su último disco, Magnolia, que retumbó en las amplias estancias del museo.

Como si estuvieran en el salón de su casa, los asistentes disfrutaron del directo y degustaron un vermú, aunque el grupo más que canalla es psicodélico, especialmente su último álbum.

Sea como fuere, el vermú (en este caso un Turmeon Weed) fue diseñado por Bodegas Jaime para acompañar esta banda madrileña, que toma su nombre de un personaje protagonizado por Groucho Marx.

Ingrediente secreto

«¿Y en qué consiste un vermú con el adjetivo de canalla?», se preguntaban algunos. Pronto salieron de dudas. El ingrediente secreto, el que pone personalidad a la bebida, es el cannabis. El Tourmedon se sirvió con una espuma de mango y con polvo de cannabis, una delicia para quienes pudieron degustarlo.

Y mientras unos disfrutaban de la bebida, otros prefirieron situarse en primera línea para seguir de cerca una hora de concierto que comenzó con Tsukamori, El halcón milenario y Cisne negro y dejó para el final sus temas más coreados como Nebulosa Jade, Magnolia o Río Wolf.

Las primeras filas siguieron el concierto sentados en el suelo, relajados, mientras escuchaban las canciones de la banda madrileña, algo que a Víctor Cabezuelo, el cantante, le recordó a un videoclip de Led Zepelin donde el público disfrutaba de la música en esta postura. «Creo que esta va a ser la vez que más cerca estemos de Led Zepelin», comentó irónico Cabezuelo, quien también reconoció que ésta había sido la primera vez que habían tocado tan temprano: a las 13.00 horas.

Además de sus temas conocidos y reconocidos, Rufus T. Firefly adelantó también una canción nueva, de la que no desvelaron el nombre y que formará parte de la «segunda parte» de su último disco. Así lo llamó, segunda parte, ya que seguirá esa línea psicodélica iniciada por el grupo en Magnolia.

El de la banda madrileña fue el primer concierto-vermú de los tres previstos en el Museo Pablo Pablo Serrano de la capital aragonesa. Allí, en la azotea, con unas vistas privilegiadas de la ciudad, actuarán también proximamente -siempre que el cielo lo permita- La Habitación Roja (14 de abril) y Maga (5 de mayo). Para estos todavía hay entradas.

De Zaragoza a Barbastro

Tres conciertos -cada uno maridado con un tipo de vermú hecho para la ocasión- que servirán de antesala para el festival Polifonik Sound que se celebrará en Barbastro los días 22 y 23 de junio y que la organización ha querido acercar de esta forma a Zaragoza.

El año pasado esta cita en la capital aragonesa fue nocturna con una única actuación de Carlos Sadness. En esta ocasión, la cita se ha triplicado, y la noche se ha cambiado por el día y la copa por el vermú. De fondo, la música.

Con este buen sabor de boca, el Polifonik Sound de Barbastro calienta motores para recibir este año a una nutrida representación de la música independiente. La Casa Azul, Carlos Sadness, Delorentos, Stanich o Pecker completan el cartel. Hoy han sido 220 personas, el aforo completo, allí se esperan más de 2.000.