Zaragoza aspira ser la ciudad referente en un proyecto de bibliotecas destinadas a jóvenes de 16 a 25 años basadas en las nuevas tecnologías, proyecto que impulsa la Fundación Bertelsmann y que cuenta también con otras cinco ciudades candidatas en España.

Así lo explicó la directora de la Fundación Bertelsmann, Eulalia Espinás, quien ayer se reunió con el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y con otros miembros del equipo de gobierno municipal PSOE-CHA para intercambiar puntos de vista en torno al proyecto.

Belloch indicó que la iniciativa está en la fase previa, aunque está tratando de llegar a un convenio de colaboración con la Fundación, que ha patrocinado experiencias similares en ciudades como Helsinki (Finlandia), Dresden (Alemania) y Los Angeles (EEUU), para impulsar esta biblioteca, que "pretende ser una especie de punto de encuentro de la gente joven con el mundo de la cultura y la comunicación".

Resaltó que el Ayuntamiento cuenta con proyectos semejantes previstos en los respectivos programas del PSOE y de CHA y subrayó que no se trata de una biblioteca convencional, a la que no acuden los jóvenes salvo cuando tienen exámenes, y por tanto es preciso que sea distinta, que les "permita engancharse en los temas que más les importan", con un papel fundamental de las nuevas tecnologías.

Por tanto, comenzarán a trabajar de forma conjunta en el proyecto con la Fundación --que aportaría en torno al 48% de la financiación-- las áreas de Cultura, de Ciencia y Tecnología y de Educación, Acción Social y Juventud, para lo que además será preciso un socio financiero.

El convenio con la fundación "cuajaría" a lo largo de cinco años, dijo Belloch, y, sin perjuicio del lugar en el que se instale provisionalmente, a medio plazo debería vincularse al proyecto de la Milla Digital, basado en las nuevas tecnologías.

Espinás resaltó que el hecho de que existan otras candidaturas --Bilbao, Albacete, Tarragona, Parla (Madrid) y Elda (Alicante)--, éstas no son excluyentes, aunque una será la referente y hará toda la parte experimental y, las demás, seguirán los progresos como observadoras y los aplicarán o no en función de sus previsiones.