La concejala del grupo municipal de Zaragoza en Común (ZeC) en el Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, ha alertado de la eliminación de que la línea de subvención de la disciplina de Cultura Comunitaria hará que se diluya en otras acciones, cuando en los anteriores años esta línea de subvención, con una dotación de 50.000 euros, se ha agotado al 100% y han salido adelante todos los proyectos vinculados.

«La cultura comunitaria tiene entre sus objetivos el acceso universal a la cultura de toda la ciudadanía, así como la profesionalización de nuevos agentes culturales que enriquezcan el panorama cultural de la ciudad. Recientemente Zaragoza ha sido reconocida a nivel europeo por su aportación en este ámbito cultural», ha recordado Broto quien ha criticado las formas del gobierno con los agentes culturales de la ciudad, al romper el consenso existente hasta ahora en el Consejo de Cultura, el órgano mediante el cual ha venido participando el tejido cultural de la ciudad en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza.

Esta participación, realizada de manera voluntaria, «ha enriquecido la política cultural de esta ciudad, han surgido proyectos muy interesantes y ha situado en un plano de consenso todas las decisiones que se han tomado al respecto». Y es que Broto ha revelado que en el último Consejo de Cultura, celebrado en el mes de febrero, los agentes solicitaron que, tal y como se venía haciendo desde su creación, se compartieran las bases de las subvenciones de apoyo a proyectos culturales.

El área de cultura, cuya responsable es Sara Fernández, se comprometió a hacerlo y finalmente se trasladó la propuesta elaborada por el gobierno sobre las bases de subvenciones tan solo seis días antes de la celebración del consejo. En este sentido, Broto ha criticado la «poca flexibilidad y margen de acción» que han dejado a los colectivos que, pese al poco tiempo dispuesto, han llevado una propuesta y han expresado su voluntad de trabajar las bases como hasta ahora.

Sin embargo, los cambios introducidos en las nuevas bases son muy significativos y suponen «un giro importante» en el reparto de estas ayudas ha advertido Broto. En este sentido, ha abundado en que se elimina la disciplina de Cultura Comunitaria, cuando en los anteriores años la línea de ayuda se ha agotado en su totalidad y los proyectos vinculados a esta han sido galardonados por organismos europeos. Asimismo, ha criticado que en la nueva convocatoria las entidades o personas solicitantes solamente podrán presentar un proyecto por disciplina. «Esto es algo que no se ha hecho hasta ahora sencillamente porque la ciudad será la que saldrá perdiendo en cuanto a la riqueza de los proyectos», ha afirmado Broto. También se añaden criterios nuevos que sitúan a la cultura como un «producto de consumo y no como expresión artística». A su parecer, se fomentan iniciativas «sin vocación de continuidad en la ciudad».