Este martes, como cada 20 de noviembre, se celebró el Día Internacional de los Derechos de la Infancia. Casi un tercio de las 52 organizaciones que forman parte de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión trabajan con menores. La salvaguarda de los derechos de la infancia es una de sus misiones, incluido el derecho a la salud. Un reto que muchas de estas oenegés comparten es la mejora de la atención sociosantaria a niños y adolescentes en el área de la salud mental. Con el objetivo de seguir avanzando en esta materia, la Red organizó ayer, en el Centro Joaquín Roncal CAI-ASC de Zaragoza, la jornada técnica Salud mental: infancia y juventud en Aragón.

El aforo, de 130 personas, estaba completo desde hace una semana, lo cual permite hacerse una idea de cuánto inquieta este asunto a los técnicos y profesionales de las entidades sociales aragonesas. Algunos de los mayores expertos en salud mental infantojuvenil de Aragón analizaron el estado actual de la atención sociosanitaria a este colectivo en la comunidad autónoma. Y dieron a conocer interesantes experiencias que algunas organizaciones ya están poniendo en práctica.

Javier Aribau, gerente de la Fundación El Tranvía y vicepresidente de la Red Aragonesa, abrió la jornada aludiendo a uno de los puntos de la Convención de los Derechos del Niño. «Cuando se reconoce la existencia de un derecho, eso significa que existe también una vulneración del mismo. La necesidad de garantizar que un niño tenga algo tan básico como un nombre y una nacionalidad nos ayuda a comprender cuál es el estado actual de los derechos de la infancia. Se trata de un colectivo muy frágil», que requiere de una especial protección.

Raúl Gutiérrez, psicólogo de la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM), dio algunas ideas para un tratamiento relacional en la salud mental. Recordó que, cuando se habla de esta materia, tendemos a pensar solamente en los psicólogos y los psiquiatras, «pero la importancia está en los equipos que les atienden día a día», como educadores o auxiliares, «y en la relación que establecen con los pacientes y sus familias».