Atención médica, acceso a recursos económicos, prácticas consuetudinarias, violencia sexual, violencia no sexual y trata de personas. Todos estos parámetros fueron tenidos en cuenta en un estudio desarrollado en el año 2011 por investigadores de la Fundación Thomson Reuters. En ese momento se eligieron los cinco países más peligrosos del mundo para las mujeres. El ranquin estuvo encabezado por Afganistan y la India ocupó el cuarto puesto.

En el 2018 se repitió el estudio, avalado por más de 550 expertos y ampliando su lista a diez países, con la intención de comprobar si la situación había cambiado. El resultado fues que la India pasó a encabezar esa vergonzosa lista, seguida de Afganistán, Siria, Somalia, Arabia Saudí, Pakistan, República Democrática del Congo, Yemen, Nigeria y, sorprendentemente, Estados Unidos.

Los datos del gobierno indio muestran, por ejemplo, que los casos reportados de delitos contra mujeres aumentaron un 83% entre el 2007 y el 2016, cuando ya se reportaban cuatro violaciones por hora.

Los riesgos que corre una mujer en la India van más allá de la violencia sexual, según el estudio de la Fundación Thompson Reuters, que considera que el país asiático es también el más peligroso en relación con el tráfico humano, incluyendo esclavitud sexual y doméstica.

Una de las consecuencias de la violencia machista es su tremendo impacto económico. Al menos 20 millones de mujeres han dejado el trabajo en la tercera economía más grande de Asia desde el 2005 debido, en parte, al maltrato que sufren.

En Kumara Infancia del Mundo quieren luchar por revertir esta realidad. Están elaborando proyectos donde el objetivo transversal es el empoderamiento de las mujeres a través de la educación, y dándoles acceso a la propiedad y la sanidad