Carles Puigdemont ha conseguido situar a Waterloo como una especie de epicentro de la política catalana por el que han pasado en el último año y medio políticos, simpatizantes y algún que otro detractor. Ayer fue la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, quien se plantó ante su puerta para reivindicar que la república catalana no existe. Pero poco más, porque evitó una entrevista con el exmandatario.

«La república no existe y no vamos a permitir que se hable en nombre de todos los catalanes por parte de un señor que está fugado de la justicia. Si este señor tuviera un mínimo ápice de dignidad estaría dando la cara ante los tribunales por todas las fechorías que ha hecho y sobre todo por romper la convivencia en Cataluña», atizó a escasos metros de la casa alquilada por el expresident y solo 24 horas después de postularse como cabeza de lista por Barcelona en las generales.

Arrimadas, que compareció ante la prensa acompañada de diputados de su grupo tras una gran pancarta, instó «al separatismo» a dejar de abrir «chiringuitos como este por todo el mundo y a abrir el Parlament». Su intervención duró apenas ocho minutos, pero bastaron para generar malestar entre algunos vecinos, que llamaron a la policía por el ruido de los generadores.

La jefa de la oposición insistió también en que no piensan «bajar la cabeza». «No vamos a aceptar que el Gobierno de España trate a un señor que es un fugado de la justicia como si fuera el interlocutor de un Estado diferente a España», clamó.

Interrogada sobre por qué no quiso reunirse con Puigdemont o tocar el timbre de la casa -cuya puerta se abrió en medio del discurso, pero sin que el político catalán llegara a asomarse-, la dirigente de Cs respondió que ellos no hablan «con fugados de la justicia» que con quien tienen que hablar «es con los jueces». Según fuentes del entorno de Puigdemont, la decisión de abrir la puerta fue un gesto ex profeso. Tras el rechazo de Arrimadas, Puigdemont tiró de Twitter para calificar el acto de «espectáculo».

COMENTARIO MACHISTA

El actor y colaborador de TV3 Toni Albà escribió sobre este viaje en Twitter: «Buen viaje a Waterloo! (Vigila no pases de largo y vayas a parar a Ámsterdam... allí estarías como en casa y además tendrías todos tus derechos laborales respetados», en referencia a la prostitución en Holanda. Arrimadas lo calificó de «machista y repugnante».