Sólo dos días después de que el PP desvelara que mantendrá a José María Aznar en la cúpula del partido como presidente de honor, el exjefe del Gobierno rompió ayer su silencio para despacharse con dureza contra el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. Aznar, en una entrevista que publicó el periódico alemán Die Welt , asegura que "la izquierda que está en el Gobierno" en España es "el partido del odio", y la acusa de tener como objetivo "sistemático destruir el pasado, lo logrado hasta ahora" con la gestión del Partido Popular.

El expresidente se duele, durante la entrevista, de que, para los socialistas, él tenga "la culpa de todo". "Incluso cuando se cae una teja del tejado tengo la culpa yo", afirma en respuesta a la pregunta de si ha resurgido "el concepto de las dos Españas, de una nación dividida desde siempre".

MATRIMONIOS GAYS El expresidente Aznar se muestra convencido de que, tras los atentados terroristas del 11 de marzo y la victoria socialista, España, "en vez de crecer, se encoge". Y, tras señalar que los españoles han "perdido peso internacional", el exdirigente del Gobierno añade con sorna para intentar demostrarlo: "Se va a aprobar el matrimonio entre homosexuales. ¡Algo decisivo para el futuro de España!".

Para el exlíder del PP, uno de los principales problemas es que "el nuevo Gobierno dice a todo que sí y cada día a algo distinto", lo que, a su juicio, le ha llevado a tomar "algunas decisiones fatales". En materia de política exterior, Aznar asegura que España "ha perdido la confianza de los aliados más importantes, también de Washington". "Se ha retirado de allí donde se nos necesitaba, en Irak, y estamos perdiendo a gran velocidad nuestra presencia en el mundo", agrega.

También acusa al PSOE de aplicar una mala política económica: "En agosto tuvimos la tasa de paro más alta de los últimos 20 años. España ha registrado en los últimos ocho años un crecimiento que era el doble de la media europea, ahora ya sólo son seis décimas".

Preguntado si entiende ahora que los ciudadanos le acusaran de no explicarles su política y de ser demasiado inaccesible, Aznar vuelve a presentarse como víctima del PSOE: "Había una comunicación intensa. Pero la oposición siempre me hizo responsable de todo: del hundimiento de barcos en alusión al desastre ecológico por el vertido del Prestige , del 11 de marzo...".

CONFIANZA DE LOS ESPAÑOLES Sobre la decisión de enviar tropas a Irak, que el entrevistador recuerda que fue "rechazada claramente" por los españoles, el expresidente asegura: "Hicimos lo que había que hacer. Los ciudadanos confiaban en mí. Y yo siempre me sentí muy cercano a ellos". Y sobre si siente que, al final, sólo recibió "ingratitud de los españoles con la derrota del PP en las urnas", añade: "Todas las naciones importantes son ingratas, como se suele decir. Pero no. Estoy muy agradecido a los españoles".

Aznar asegura que nunca se hubiera esperado que Alemania se pondría "del lado de los adversarios de Estados Unidos" en el conflicto de Irak. "Para mí estaba claro --señala-- que las relaciones trasatlánticas serían puestas a prueba después del 11 de septiembre, pero nunca hubiera creído que Alemania y Francia llegarían tan lejos".

El exlíder del PP rechaza que Alemania, principal donante de los fondos europeos recibidos por España durante muchos años, tuviera derecho a sentirse molesta con el bloqueo que su Gobierno ejerció sobre la futura Constitución europea. Para Aznar, ése "no es ningún argumento político" porque, entonces, "tendría que ser canciller quien más impuestos pagara en Alemania".