En el equipo de Pablo Casado hay una máxima: saben que si sube a la tribuna del Congreso sin papeles su tono será elevado y el riesgo de descarrilar es grande. Por eso, cuando el líder del PP ha querido adoptar el papel de hombre de Estado o su propósito ha sido mandar mensajes claros y meditados, como cuando quiso escenificar su divorcio de Vox, ha llevado el discurso en la mano. Esta mañana, en el debate sobre el estado de alarma y los fondos europeos, Casado ha elegido hablar al hemiciclo sin tener el guion escrito delante. Todo estaba en su cabeza, organizado y listo para ser dicho.

Casado ha dejado frases de las que le gustan, buscando titulares, como el de esta pieza. Ha acusado al presidente del Gobierno de ser "gafe" con las vacunas, gobernar con "chulería" y "como Napoléon", con reales decretos.