La oposición constitucionalista en el Parlamento catalán cerró filas ayer con el cuerpo de los Mossos d’Esquadra y criticó con ahínco las palabras del president y su poco menos que ultimátum al consejero de Interior, Miquel Buch. El líder del PP, Pablo Casado, volvió a pedir una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución porque, a su entender, Cataluña está «completamente fuera de sí» y Torra «no controla la situación» que le dibuja la «kale borroka independentista».

Una presunta violencia callejera organizada que, para el líder popular, «ya no es una anécdota ni algo circunstancial». De hecho, ha indicado que a los incidentes del Día de la Constitución se suma el intento de «tomar el Parlamento» o los «escraches» a cargos del PP o sus sedes en las últimas semanas.

Para Casado, «el debate no es si los Mossos actúan con proporcionalidad o si el conseller les apoya o Torra apoya al conseller». «Que no nos enreden. El debate es si se está garantizando en una comunidad autónoma española que se cumpla la ley y la convivencia en las calles», resaltó. Por todo ello, reclamó que se aplique el 155 y, ya de paso, se supone que ampliaria su radio de acción hasta la «educación y los medios de comunicación públicos». Casadose encontraba ayer en Teruel, presentando a los candidatos populares para las autonómicas del próximo mayo.

Abucheos a Valls / La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, tildó en Twitter de «inadmisible» que el presidente catalán, Quim Torra, «criminalice e impida» a los Mossos d’Esquadra realizar su trabajo, «después de las tremendas imágenes» del jueves «de los violentos CDR a los que anima a apretar. En la misma línea se expresó la senadora y diputada Lorena Roldán, que criticó que Torra «se escandalice» ante las cargas de la policía autonómica contra manifestantes en Terrasa y Gerona cuando él les animó hace meses a porfiar en su empeño protestante.

En esta línea, Roldán recordó la acción que llevaron a cabo varias decenas de estudiantes del Conservatorio del Liceu el miércoles en la que abuchearon a Albert Rivera, a Arrimadas, y al candidato a la alcaldía de Barcelona Manuel Valls.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, expresó su apoyo a los Mossos y calificó de «irresponsable» que se ponga en duda la profesionalidad del cuerpo, especialmente cuando lo hace el propio Govern. Iceta recordó, además, que el Govern procede de esta manera sin haber mediado «ninguna prueba ni investigación».

EN MEDIO DEL COMBATE POLÍTICO

El que fuera conseller de Interior, hasta la ruputura entre CDC y Unió, en el 2015, Ramon Espadaler, y hoy secretario general de Units per Avançar y diputado del grupo socialista, mostró su solidaridad con el cuerpo policial. En Twitter, Espadaler afirmó que «los Mossos y todas sus unidades merecen el apoyo explícito del Govern». «Ya basta de ponerlos permanentemente en medio del combate político. Nuestra policía nos sirve a todos, garantizando nuestra seguridad y asegurando el libre ejercicio de los derechos fundamentales», escribió.

El presidente del PPC, Alejandro Fernández, reclamó el cese de Buch, después de que haya cuestionado la actuación de los Mossos.

Siempre en la oposición, pero con la percepción diametralmente opuesta de los partidos constitucionalistas-monárquicos, Catalunya En Comú-Podem instó, vía su líder parlamentaria, Jéssica Albiach, a Buch a «asumir responsabilidades» tras el «fracaso» del dispositivo policial del jueves y alertó de que «llueve sobre mojado».

Albiach afirmó que «la gestión de los dispositivos policiales fueron un fracaso y una vergüenza, igual que el 29 de septiembre y el 1 de octubre. Miquel Buch no está a la altura».