Cientos de personas se arremolinan a las puertas de la catedral de Ávila a la espera de la llegada del féretro con los restos mortales del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, que recibirá sepultura dentro del claustro del templo avulense.

El cortejo fúnebre, que ha salido de Madrid en torno a las 12.00 horas, ha llegado al cabo de unos tres cuartos de hora a la escuela de policía y, a partir de ahí, se prevé que, escoltado por efectivos de la policía local, se dirija a paso lento hasta la catedral. El ayuntamiento de la ciudad castellanoleonesa ha animado a todos sus ciudadanos a que salgan a las calles a despedir al expresidente, con lo que, a pesar del frío, es previsible que se revivan los momentos de emoción que se han producido por la mañana cuando el féretro ha abandonado la capilla ardiente instalada en el Congreso para dirigirse hasta la madrileña plaza de Cibeles, donde las autoridades han despedido al cortejo fúnebre.

El funeral, al que asistirá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comenzará poco después. Una vez finalizada la ceremonia eclesiástica, Suárez será enterrado en el claustro de la catedral junto a su esposa, Amparo Illana, cumpliendo el deseo del expresidente.