La banda terrorista ETA mantiene abierto el debate interno para decidir si inicia una tregua como muestra de apoyo al plan del lendakari Juan José Ibarretxe o continúa con los atentados, según aseguraron ayer fuentes de los servicios secretos.

Estas fuentes señalaron que una de las variables del debate iniciado pasa por dar apoyo electoral a Batasuna y facilitar con un alto el fuego un entendimiento electoral y un mayor acercamiento hacia el PNV.

Frente a los partidarios del alto el fuego se sitúa, según las fuentes de la inteligencia del Estado, quienes apuestan por mantener los atentados llamados selectivos para presionar al nacionalismo democrático vasco en su apuesta por la soberanía.

De momento, todos los indicios apuntan a que el sector duro de la organización terrorista se está imponiendo, como lo demuestran los intentos de provocar una masacre en la estación ferroviaria madrileña de Chamartín coincidiendo con las fiestas navideñas.

La banda terrorista ETA también pretendía atentar contra el edificio sede del Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Navarra, para lo que contaba con datos "muy elaborados" e información concreta, según la documentación intervenida al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, alias Susper , y a los dos terroristas detenidos la pasada Nochebuena, Garikoitz Arruarte y Gorka Lorán.

Según informó ayer el Diario de Noticias , la banda terrorista poseía información concreta sobre el sistema de seguridad, los cargos que trabajaban en él y su ubicación concreta dentro del edificio.

CONTRA LOS PERIODISTAS Mientras tanto, el boletín de la banda terrorista, Zutabe , publicado en noviembre, reitera las acusaciones contra la radiotelevisión pública vasca, EITB, a la que recrimina hacer "periodismo policial". También censura a varios de sus periodistas por "atacar e insultar" a "los luchadores por la libertad de Euskal Herria".

En concreto, la banda reprocha que se hable de "presos de ETA", en vez de "presos políticos", o la utilización de la palabra "terrorista". Todos los partidos democráticos condenaron estas amenazas.