La militante de ETA Oihane Errazkin Galdós, de 31 años, apareció ahorcada durante la madrugada de ayer en su celda de la prisión de Fleury-Merogis, próxima a París, donde cumplía condena por asociación de malhechores. La joven estaba a la espera de su extradición a España para ser juzgada por el asesinato del psicólogo de la prisión de Martutene, Javier Gómez Elósegui, en 1997.

Errazkin permanecía encarcelada desde septiembre del 2001 cuando fue detenida durante la operación que sirvió a la policía francesa para desarticular el aparato logístico de ETA. Su máximo responsable, Asier Oiartzabal Txapartegi, Baltza , también fue arrestado, así como sus lugartenientes Dolores López Resino, Lola; Alberto Illundain Iriarte, Mollejas, y el francés Didier Aguerre.

El movimiento de apoyo a los presos, Askatasuna, relacionó ayer el fallecimiento de Errazkin con las condiciones de vida en las cárceles y señaló al Gobierno de París como "responsable" de la muerte que eleva a ocho el número de miembros de ETA fallecidos en prisión.

Su integración en ETA se produjo en 1996, al ser captada por los liberados del comando Donosti Francisco Javier García Gaztelu e Irantxu Gallastegui Sodupe, formando con otro activista un talde (grupo) legal de apoyo al comando.

REFLEXION DE ARZALLUZ Por otro lado, el exlíder del PNV Xabier Arzalluz dijo ayer que detecta una "reflexión muy seria" en ETA y ve posible un "cambio de signo" en su estrategia, aunque apuntó que no se puede "bajar la guardia". Afirmó que el descenso de las acciones violentas se debe a "las dificultades y la fuerte reflexión interna". En ETA "hay gente convencida de que la época de la lucha armada se acabó", añadió.