El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, no considera delito entrevistarse con la dirección de ETA para pedir a la organización terrorista que deje de matar, según fuentes del ministerio público. La fiscalía adelantó ayer que, de momento, no piensa emprender acciones legales contra el consejero jefe de la Generalitat catalana, Josep Lluís Carod-Rovira, aunque indicó que esta posición podría variar en los próximos días si se desvelasen más datos sobre el contenido de ese encuentro.

Fuentes jurídicas indicaron que sólo se podría iniciar una acción penal al demostrarse que la posterior actuación política de Carod se ha visto condicionada por el encuentro con los terroristas. En el caso de incoarse un proceso penal, el órgano competente sería el Supremo, por la condición de aforado de Carod.