Miguel Angel Moratinos es un hombre clave para Zapatero por el extraordinario conocimiento que tiene de la situación de Oriente Próximo y del norte de Africa. Felipe González, que le tiene en gran estima, fue quien le avaló ante el nuevo líder socialista.

Moratinos, que nació en Madrid el 8 de junio de 1951, ingresó en la carrera diplomática en 1977, y estuvo destinado en Yugoslavia y en Marruecos hasta que, en 1987, el Gobierno socialista le nombró director general para Africa del Norte, cargo que desempeñó hasta 1991. En noviembre de ese año tuvo una participación decisiva en la preparación de la Conferencia de Paz de Madrid, en la que, por primera vez desde 1948, se sentaron en la misma mesa israelís y palestinos. La conferencia fue un éxito e hizo que fuera nombrado director del instituto de Cooperación con el Mundo Arabe y, en 1993, director general de Política Exterior para Africa y Oriente Medio.

En 1996, el Gobierno de Aznar le envió a Israel como embajador, pero poco meses después los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea lo designaron por unanimidad enviado especial para Oriente Próximo, por tiempo ilimitado.

La Unión Europea le renovó en el cargo durante varios mandatos, lo que le permitió mantener buenos contactos con los líderes israelís y palestinos. Siete años desempeñó esa labor, hasta que en junio de 2003 decidió abandonarla. Fue entonces cuando Zapatero le incorporó al equipo de asesores que creó para que le diseñasen un nuevo modelo de Gobierno y un código ético. Al tiempo, le ofreció ser candidato al Congreso por Córdoba, y fue elegido diputado.