El terrorismo global ha hecho que España e Irak estén cada vez más cerca. Prueba de ello es que Ansar al Islam ya no es sólo el grupo terrorista que ataca a las tropas de EEUU en territorio iraquí. Esa organización vinculada a Al Qaeda ha extendido sus redes de reclutamiento de voluntarios para combatir en Irak hasta el territorio español, donde capta inmigrantes descontentos y recoge fondos para financiar esta nueva yihad.

La detención el 13 de mayo en España de cuatro miembros de Ansar al Islam que proporcionaban apoyo logístico (dinero, transporte y documentación) a células de la red en Alemania, que a su vez enviaba voluntarios a Irak, confirma la extensión de la tela de araña.

Cambio de naturaleza

El desmantelamiento de Ansar al Islam es la nueva prioridad en la lucha antiterrorista. "Esta organización nos preocupa muchísimo", dice un responsable de las fuerzas de seguridad españolas. Este grupo cambió de naturaleza con la invasión de Irak y activó una red de células por Europa y el Magreb para reclutar voluntarios que vayan a combatir a los ocupantes del país árabe. Su objetivo es reeditar el espíritu que en los años 80 empujó a miles de musulmanes a viajar a Afganistán para combatir contra la invasión soviética.

"Hemos detectado células de Ansar al Islam que están reclutando en España, Italia, Bélgica, Holanda, Marruecos y Argelia", explica ese mando policial, que precisa que a los voluntarios se les capta en mezquitas o vía internet. La misma fuente afirma que Siria es el país clave en la trama de Ansar al Islam, pues allí envía a los voluntarios reclutados en Europa. A veces, hay una escala en el norte de Italia, donde Ansar al Islam tiene su principal base europea. Los jóvenes captados en Marruecos o Argelia son trasladados a Túnez, desde donde vuelan a territorio sirio.

"En Siria, estos voluntarios reciben entrenamiento para ser kamikazes", explica el agente español, que añade: "Cuando están listos, se les introduce ilegalmente en Irak".

El temor que suscita Ansar al Islam obedece a que se sospecha que este grupo no sólo se dedica a reclutar, sino que da las consignas para cometer atentados contra los países europeos que han colaborado en la invasión de Irak. Los servicios de seguridad españoles y marroquís coinciden en sospechar que fue Abú Musab al Zarqaui, el líder de Ansar Al Islam, quien ordenó al Grupo Islámico de Combatientes Marroquís perpetrar los atentados del 11-M.

Además, un argelino vinculado a Ansar al Islam, arrestado en Alemania y hermano de un miembro del grupo detenido el 13 de mayo en España, fue acusado de planear atentados en la Costa del Sol. Zarqaui, que dirige la ola de atentados en Irak, se ha hecho famoso tras decapitar al estadounidense Nick Berg, cuya ejecución se difundió en internet.

Detenciones en Italia

La lucha contra Ansar al Islam se extiende por toda Europa. De hecho, las detenciones en España se han producido cuatro días después de que la policía italiana detuviera en Toscana a un imán argelino y a cuatro tunecinos acusados de pertenecer a este grupo. La amenaza de Ansar al Islam en Europa se detectó a finales del 2003 en el norte de Italia. Allí, el 28 de noviembre, un juez ordenó detener a cuatro miembros de este grupo.

En Marruecos se ha implantado Ansar al Islam al Magrebia, una rama de esa red que en marzo hizo llegar a Irak a 20 muyahidines. La magnitud de esos envíos de voluntarios queda patente en el número de radicales marroquís detenidos en Irak. Según el diario marroquí Assabah, en las prisiones de la coalición en Irak hay presos 100 marroquís detenidos en Bagdad, Mosul y en la frontera con Siria. Los detenidos no sólo proceden de Marruecos, sino que hay inmigrantes que vivían en Francia y Bélgica.