El PP ha logrado convencer a tres de los seis diputados de Ciudadanos de la Región de Murcia para que boicoteen la decisión de Inés Arrimadas y voten en contra de la moción de censura que naranjas y socialistas han presentado esta semana a Fernando López Miras. Lo adelantó a media mañana de este viernes la dirección del PP y, sobre las dos de la tarde, el propio López Miras. El presidente autonómico compareció rodeado de todos los consejeros con los que espera seguir gobernando y ha incluido a los tres diputados de Ciudadanos que les ayudarán a retener el Ejecutivo: Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez. Franco ya era vicepresidenta y consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social. Seguirá con los mismos cometidos. Miguélez asumirá el departamento de Empresa e Industria y Álvarez, el de Empleo, Universidad e Investigación.

En el acto ha tomado la palabra la vicepresidenta (Cs) y ha explicado que firmó el documento de la moción de censura por "disciplina de partido", pero lo ha pensado y considera que no los ciudadanos murcianos no la eligieron "para entregar el Gobierno de Murcia a Pedro Sánchez y mucho menos traicionar a las murcianas y murcianos por ambiciones personales".

López Miras ha pedido a socialistas y naranjas que retiren la moción de censura, que debe debatirse los próximos 17 y 18 de marzo. El presidente autonómico dice que los murcianos han asistido con "perplejidad" al "espectáculo vergonzoso y lamentable" de algunos representantes más preocupados por su "interés particular" que por el general. "Las ambiciones personales de unos pocos nunca pueden triunfar. Hoy gana la responsabilidad, el compromiso y gana la Región de Murcia", ha proclamado.

La ruptura del Gobierno de coalición PP-Cs, conocida el miércoles al presentar la moción de censura conjunta los naranjas con los socialistas, supuso un mazazo para Pablo Casado y sobre todo para su secretario general, el murciano Teodoro García Egea. El número dos de los populares viajó a su tierra para intentar desmontar la operación y mantener el poder en una autonomía donde el PP gobierna desde hace 26 años. Y parece que lo ha conseguido.

Suma imposible

El PSOE y Cs necesitaban todos sus votos: los 17 de los socialistas y los seis de los naranjas, para alcanzar la mayoría absoluta. Aun así, si fallaban dos diputados de Cs, sus votos podrían ser sustituidos por los dos escaños de Podemos en el parlamento autonómico para que la censura prosperase. Pero finalmente serán tres, lo que aborta cualquier posibilidad de cambio en el Gobierno de la región.

El anuncio ha cogido al PSOE por sorpresa. Los socialistas desconocían que fuese a haber fugas en Cs. "Es falso", dijeron fuentes de la dirección del partido en un primer momento, subrayando que los naranjas les habían asegurado que todos sus diputados en el parlamento autonómico iban a apoyar la moción. Pero en el partido de Pedro Sánchez han acabado asumiendo este nuevo giro en el guión, acusando al PP de "corrupción sistémica" y de "comprar" diputados de Cs, un verbo que también usan los naranjas para rechazar la maniobra. "Lo que estamos viviendo no es hacer política. Es corromper la política. Esto es la corrupción sistémica del PP", ha escrito en Twitter la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.

Crisis en Ciudadanos

Crisis en Ciudadanos

La gestión de los populares, pilotadas por García Egea, deja en evidencia el liderazgo de Inés Arrimadas, que intentaba demostrar que bajo su liderazgo Ciudadanos podía volver a ser un partido de centro. Begoña Villacís, la vicealcaldesa de Madrid, ha reclamado un comité ejecutivo nacional para analizar la situación.