Mariano Rajoy relevará a José María Aznar como presidente del PP en el congreso nacional del partido que se celebra desde hoy y hasta el domingo en Madrid. Rajoy, actual secretario general de los populares, deberá desvelar en las próxima 72 horas cuál es su verdadera intención política: si consolida un liderazgo propio o se somete a los dictados de su antecesor.

Los 3.028 compromisarios convocados para el 15º cónclave del PP tendrán la responsabilidad de marcar el rumbo para los próximos años de la principal fuerza de la oposición. Rajoy acude a la cita ensayando un complicado juego de malabarismo, que consiste en asumir la herencia ideológica de Aznar y, al mismo tiempo, transmitir a la opinión pública un mensaje de renovación.

SIN VACILAR Hombre de naturaleza práctica, Rajoy es consciente del peso enorme que el expresidente del Gobierno sigue teniendo en el partido, todavía alejado de los principios centristas que predica en su lema. Por ello, ha decidido --o aceptado de buena gana que le impongan-- la designación de Aznar como futuro presidente de honor del PP. Tampoco ha vacilado Rajoy en rodearse hasta ahora de los representantes más conspicuos del aznarismo.

Así, si no hay cambio de planes, Angel Acebes lo sucederá como secretario general, Eduardo Zaplana seguirá como portavoz parlamentario y Carlos Aragonés, exjefe de Gabinete de Aznar e ideólogo del ala dura, pasará a ser adjunto al presidente del partido.

MARCAR TERRITORIO Al mismo tiempo, y en un esfuerzo por marcar su territorio, Rajoy ha hecho saber que remodelará la mitad del comité ejecutivo propuesto en el anterior congreso por Aznar. La novedad más significativa la constituirá la incorporación del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, un personaje de talante liberal al que hasta ahora el aznarismo había mantenido a raya. Rajoy le ha concedido, asimismo, pronunciar el discurso político que marcará la inauguración del congreso tras las intervenciones protocolarias de salutación.

Además, fuentes próximas al líder conservador se han dedicado en los últimos días a alertar a los periodistas sobre la próxima constitución de la dirección ejecutiva del partido. Según dichas fuentes, los futuros seis secretarios de área y sus subordinados más directos constituirán una especie de gobierno en la sombra y darán la idea exacta del perfil político que Rajoy pretende imprimir a sus colaboradores.

CITAS PROVINCIALES El liderazgo de Rajoy no se dirimirá sólo en el 15º congreso. En otoño se celebrarán los congresos provinciales del partido, en los que se pondrán de manifiesto las luchas soterradas que se libran en varias comunidades.

Por su parte, el presidente del PP catalán, Josep Piqué, afirmó ayer que el partido debe intentar conquistar un electorado que vaya "desde la derecha hasta el centro". Piqué sintetizó así la estrategia de Rajoy al asumir el legado de Aznar y lanzar guiños a Gallardón.