Menos de 24 horas después de su encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy endureció ayer sus críticas al Ejecutivo por los planes para reformar la Constitución, los estatutos y la financiación autonómica. El líder del PP dijo sentirse "un poco decepcionado" de la reunión con el presidente y lanzó una advertencia de tintes apocalípticos: "Si el Gobierno no tiene claro lo que quiere conseguir, puede estar en peligro un Estado viable".

Rajoy manifestó que Zapatero comete una "grave irresponsabilidad" al abrir la puerta a cambios institucionales de gran trascendencia sin definir antes su alcance. En ese sentido, se mostró decepcionado de la reunión: "Constaté lo que ya suponía: que me iba a ir sin nada, que no se sabe lo que se quiere hacer".

La polémica subió de tono a tres días del inicio de la campaña para las europeas. Rajoy afirmó que el resultado de las elecciones no afectará a su liderazgo y Jaime Mayor Oreja abogó por incluir una referencia al cristianismo en la Constitución europea.