Mariano Rajoy convirtió ayer el debate parlamentario sobre la última cumbre europea en plataforma para descalificar con duras palabras toda la política exterior del Gobierno y exigirle una reorientación "urgente". El líder del PP dudó de la capacidad de José Luis Rodríguez Zapatero para defender los intereses de España en la UE, bien porque esté "fatigado" o porque "no se atreva a mantener la firmeza".

Jaleado por la bancada de su grupo político, Rajoy conminó al presidente del Gobierno para que se tome a España "en serio" y "trabaje", sobre todo ante las negociaciones presupuestarias que se avecinan en la Unión. El líder popular advirtió a Zapatero de que sus "amigos de las fotos" son los que menos ayudarán a España, en alusión al presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder.

LA INVITACION "Le gustan a usted demasiado las fotos, señor Zapatero, y la fatiga influye mucho en su vida. Confío en que cuando España lo necesite, esté usted bien descansado", espetó Rajoy. En sus constantes referencias a la "fatiga", el líder conservador se refería a la cumbre hispano-polaca que debía celebrarse el 14 de diciembre y que la Moncloa canceló al prolongarse hasta la medianoche de la víspera el testimonio de Zapatero en la comisión del 11-M. En el turno de réplica, Zapatero atajó las críticas de Rajoy con el siguiente reto: "Como le veo tan preocupado por Polonia, le invito a que me acompañe a la próxima cumbre del día 9 de febrero en Varsovia".

DEJAR DE LADO LAS "SONRISITAS" Aconsejó Rajoy al presidente que, a la hora de negociar ayudas para España, actúe como los que "dejan a un lado sonrisitas y talantes para defender su país a cara de perro". En este terreno, reprochó a Zapatero no haber arrancado en la cumbre de Bruselas una "cláusula de garantía" para que España no deje de percibir de golpe las ayudas comunitarias, sino que el proceso sea gradual.

El jefe del Ejecutivo defendió que el texto relativo a la futura negociación presupuestaria recogió "adecuadamente" la posición española. Los otros grupos apoyaron a Zapatero, si bien algunos expresaron reparos en determinados aspectos de la última cumbre. Josep Antoni Duran, de CiU, animó a Zapatero a ser "muy pedigüeño" en las negociaciones presupuestarias de la UE.

En la sesión matinal, todos los grupos menos el Partido Popular respaldaron la nueva estrategia del Gobierno socialista respecto a Gibraltar, que da voz a los gibraltareños en un foro de debate sobre las cuestiones que afectan a la relación del Peñón con España y el Reino Unido. La propuesta del PP para mantener "los principios" reivindicativos de España sobre la colonia inglesa quedó derrotada. El partido socialista garantizó que la reclamación sobre la soberanía se mantiene "inalterable" y recordó que la política de "dos banderas, tres voces" se inició en la etapa de Josep Piqué como ministro de Asuntos Exteriores.