Mariano Rajoy no está dispuesto a hacer grandes concesiones a las comunidades autónomas si gana las elecciones del 14-M. El candidato del PP les ofrecerá un mayor margen de actuación en el Senado --por ejemplo, la posibilidad de controlar los efectos de la decisiones europeas--, pero rechazará toda tentativa de reforma constitucional para convertir la Cámara alta en un órgano de representación territorial. Además, intentará someter a las comunidades a una inspección financiera, promoviendo un "informe anual sobre estabilidad presupuestaria de cada una de ellas".

SIN REFORMAS En su programa, Rajoy se compromete a "potenciar el Senado como cámara de representación territorial", pero ya no habla de "reformarlo", como hizo el PP en su programa del 2000, ni mucho menos, de reformarlo mediante una modificación constitucional, como ofreció en 1996 para ganarse los favores de los potenciales aliados nacionalistas. El programa de Rajoy, aprobado ayer por la ejecutiva nacional del partido sin ninguna discrepancia, propugna "completar los traspasos pendientes", fortalecer la cooperación entre las comunidades y agilizar la descentralización de éstas en favor de los entes locales.

El PP aconseja a todos sus candidatos en el manual de campaña que ha preparado cara a las elecciones del 14-M que subrayen que el partido está dispuesto a hacer frente a las propuestas que provienen de los gobiernos vasco y catalán recurriendo a "medidas legislativas y actuaciones jurídicas" para impedir la vulneración de la Constitución y el establecimiento de precedentes que intenten "quebrar" la democracia.

Les pide, además, que recuerden que los socialistas gobiernan con el apoyo de Esquerra Republicana, formación que lidera el exconseller en cap Josep Lluís Carod-Rovira, quien se reunió "con el asesino de Hipercor" a "espaldas" del pueblo catalán para negociar en su nombre.

También se instruye a los candidatos para que digan que el acuerdo de gobierno del tripartito catalán contiene planteamientos "insolidarios, rupturistas y excluyentes".