Algeciras. -- El submarino de propulsión nuclear "HMS Tireless" de la Armada Real británica ha atracado a las 11.05 horas en el Muelle Sur de la base naval de Gibraltar, donde permanecerá varios días para una visita rutinaria, pese a las protestas expresadas por el Gobierno central.El presidente de la Junta de Extremadura ha asegurado que el rpimer ministro británico Blair pretende "excitar el celo patriótico británico" para recuperar "el terreno perdido" con "algunas políticas internacionales que su electorado ni entiende ni comprende ni apoya". Segunda visita del buqueEl submarino, que en su anterior visita al Peñón en el año 2000 permaneció en reparación casi un año, ha llegado a las aguas del Estrecho de Gibraltar a las nueve de la mañana y 45 minutos después se situaba a la entrada de la Bahía de Algeciras (Cádiz), donde ha permanecido a la espera hasta las 10.10 horas, momento en que ha reiniciado la marcha hacia el puerto del Peñón.A las 10.30 horas, el Tireless ha llegado a la bocana del puerto gibraltareño, donde ha sido asistido por varios remolcadores para proceder a su atraque, que ha acabado a las 11.05 horas.No necesita reparaciónEl submarino ha sido escoltado por la policía civil y militar, apoyadas con pequeñas embarcaciones de la Armada, "algo habitual ante la llegada de buques de guerra o submarinos de este tipo", ha asegurado la capitana de la base naval de Gibraltar, Katherine Prudhoe.Prudhoe no ha considerado que estas medidas respondan a una amenaza de protestas de ecologistas como la realizada en el 2001 por Greenpeace y ha insistido en que el MHS Tireless no viene en esta ocasión para ser reparado, sino por una visita rutinaria que se prolongará entre cuatro y seis días, por lo que no considera que su estancia en el Peñón suponga ningún riesgo para la población de la Bahía de Algeciras.Según Prudhoe, las autoridades gibraltareñas podrán visitar el Tireless durante su estancia en el Peñón, ya que han sido invitadas a una recepción a bordo del submarino.En el 200 llegó averiadoEl HMS Tireless llegó al puerto de Gibraltar en marzo del año 2000 con una avería en el reactor de propulsión que lo retuvo fondeado en el muelle del Peñón durante casi un año, lo que provocó una gran polémica debido a la falta de información proporcionada a la población sobre los posibles riesgos de contaminación radiactiva y a que el puerto del Peñón no tenía la clasificación necesaria para acometer reparaciones de naves nucleares.La provincia gaditana mostrará su rechazo ante la llegada a Gibraltar del submarino de propulsión nuclear Tireless, a través de una movilización institucional.Protesta de CádizDicha movilización se acordó durante una reunión presidida ayer por el presidente de la Diputación de Cádiz, Francisco González Cabaña, con alcaldes de la comarca del Campo de Gibraltar (Cádiz), los secretarios comarcales de los sindicatos UGT y CCOO y representantes de colectivos ecologistas.Esta movilización se reflejará en los acuerdos plenarios que aprobará la Diputación de Cádiz, la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y los Ayuntamientos de la comarca, que estarán acompañados además de un manifiesto de protesta. Ibarra dice que Blair busca "excitar el celo patriótico" El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha afirmado que, con la visita de la princesa Ana de Inglaterra y la vuelta del submarino nuclear Tireless, el primer ministro británico, Tony Blair, pretende "excitar el celo patriótico británico" para recuperar "el terreno perdido" con "algunas políticas internacionales que su electorado ni entiende ni comprende ni apoya". En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, Rodríguez Ibarra ha instado al premier británico a que "no intente ganar las elecciones a costa de los intereses españoles". "Cada vez que Tony Blair ahora y otros gobernantes británicos anteriormente, han tenido dificultades, y parece que Tony Blair tiene dificultades electorales, pues entonces tiran del patriotismo. Entonces nos mandan a una princesa o nos mandan a un submarino simplemente para excitar el celo británico patriótico y a ver si así Tony Blair es capaz de recuperar el terreno perdido, que lo ha perdido y bastante con algunas políticas internacionales que su electorado ni entiende ni comprende ni apoya", ha asegurado.