Papel mojado. Poco más que eso será la moción del Congreso que, aprobada el martes con los votos del PSOE, llama a "promover la presencia de las selecciones deportivas autonómicas que lo soliciten en las competiciones internacionales". Sin embargo, ayer los socialistas, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, puntualizaron que continúa excluida la participación de los combinados autonómicos en torneos oficiales.

Gobierno y PSOE tuvieron que fajarse ayer para desmentir la interpretación que se había dado de la moción que pactó la víspera con Begoña Lasagabaster (EA). Tras demandar al Gobierno "lealtad constitucional" al reparto competencial entre el Estado y las comunidades, el texto le emplaza a respetar "en toda su extensión" las atribuciones autonómicas. La Carta Magna deja la "promoción del deporte" en manos de las autonomías, pero confía al Estado las "relaciones internacionales".

Por eso, ayer, al comparecer en la Moncloa con el presidente sirio, Bashar al Asad, Zapatero restó trascendencia a esta moción. "Tiene que quedar muy claro que la representación de España es obviamente la que ostenta la selección española", avisó.

El presidente aseguró que su Gobierno "no tiene inconveniente en potenciar las selecciones autonómicas para que participen en competiciones internacionales". Lo que "no es posible", precisó Zapatero, es "una competición internacional entre una selección autonómica y el resto de España". "Eso no es posible", dijo.

El Gobierno catalán, a través de su portavoz, Joaquim Nadal, juzgó la moción aprobada por el Congreso de "paso adelante", porque, argumentó, "es un factor de pacificación y de tranquilidad".

Por su parte, CiU anunció que presentará una iniciativa parlamentaria para modificar la ley del deporte de forma que se introduzca "el derecho" de las selecciones catalanas a participar en encuentros internacionales.