El viaje oficial de 16 días de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle por Australia, Nueva Zelanada, Fiji y Tonga ha sido, además de extremadamente edulcorado, una pasarela de moda en versión premamá. La duquesa de Sussex era consciente de que las miradas estarían puestas en ella tras el anuncio de su embarazo coincidiendo con el inicio de la gira y su equipo preparó a conciencia el equipaje para que estuviera perfecta en los 76 compromisos oficiales programados para la pareja. Con prensa, revistas y blogs de moda escrutando al detalle cada una de sus apariciones no era para menos. El coste total de su maleta lo ha cifrado la revista ¡Hello! en unos 142.000 euros. Meghan ha lucido un total de 41 estilismos diferentes y se ha puesto 123 prendas si sumamos ropa, complementos y joyas.

La exactriz norteamericana ha sido muy diplomática a la hora de elegir a los diseñadores, pues 20 piezas eran de creadores australianos o neozelandeses, como Martin Grant, Karen Gee y Karen Walker. Sus looks ha sido muy alabados, como su magnífico vestido de fiesta de Oscar de la Renta con el que acudió a los premios de la Australian Geographic Society en Sídney (foto derecha). También hubo algún despiste, como una etiqueta traicionera que el equipo de Meghan olvidó cortar de un vestido. Y puestos a criticar, algunos medios han echado en falta una aparición con tiara. Enrique y Meghan, por su parte, se han mostrado muy agradecidos con la gente que han conocido, para poner el broche de oro perfecto, han compartido una foto de Meghan tocándose la barriga en un buque de Nueva Zelanda.