París vive un otoño particularmente caluroso, pero antes de que las temperaturas se desplomen la alcaldesa de la capital, la socialista de origen gaditano Anne Hidalgo, toca a rebato para que los más de 3.000 sintecho que vagan por las calles de la capital francesa encuentren cobijo en lo más duro del invierno.

«Se que para los parisinos es duro cruzarse todos los días con personas que están en la calle, y que tienen la sensación de no poder hacer nada por ellos», dijo Hidalgo en una entrevista con Le Journal du Dimanche, en la que anunció una iniciativa sorprendente para paliar la falta de plazas de alojamiento que año tras año vienen denunciando las asociaciones.

A finales de noviembre, el salón de los Prebostes y el de las Tapicerías, situados en la planta baja del enorme palacio junto al Sena que alberga las instituciones municipales desde el siglo XIV, se acondicionarán para acoger a una cincuentena de mujeres sin hogar, una cifra que podrá llegar al centenar en situaciones de frío intenso. Los 750 metros cuadrados que ocupan estos salones se convertirán en zona de acogida durante el día, en la que se servirán comidas y se ofrecerá atención sanitaria, y en una zona de descanso durante la noche, con camas y baños. Hidalgo pretende que este refugio ubicado en el corazón de París sea un lugar «cálido» en el que se atienda «con delicadeza» a mujeres que viven «en unas condiciones de angustia increíbles».

Aunque el alojamiento de las personas sin hogar es una competencia estatal, la alcaldesa se compromete a arrimar el hombro para crear la mitad de los 3.000 albergues de urgencia que necesita París de aquí a finales de año. En los últimos ocho meses, se han abierto en locales municipales más de 800 plazas y muchos alcaldes de distrito, tanto de izquierdas como de derechas, han aceptado habilitar espacios para los sintecho en sus respectivos consistorios. Hidalgo ha lanzado un «grito de alerta» para que todo el mundo se ponga manos a la obra y ha invitado a las empresas que tengan locales desocupados a que los pongan a disposición de las personas sin hogar. Incluso los antiguos tribunales de primera instancia -que se han mudado al nuevo Palacio de Justicia del barrio de Batignolles- abrirán sus puertas a quien lo necesite. La alcaldesa ha solicitado que el antiguo hospital estatal de Val de Grâce también se abra a los sintecho mientras se espera el inicio de las obras de rehabilitación, como ha hecho el propio consistorio con antiguos cuarteles en desuso.

Además, este invierno, que se espera sea frío, se pondrá en marcha un dispositivo para atender a los sintecho que no quieren abandonar la calle. Consistirá en una suerte de refugios móviles habilitados en antiguos quioscos o en recodos protegidos que gestionarán las asociaciones que reclaman una verdadera política de acogida porque hay tanta gente que duerme en la calle como alojamientos que están vacíos.