La campaña para las elecciones regionales francesas, considerada un examen importante para el Gobierno conservador de Jean- Pierre Raffarin, se inició oficialmente ayer, con el trasfondo de fuertes tensiones sociales en diferentes colectivos. A las protestas de los intelectuales, se les han sumado las de los científicos, cuyos máximos responsables amenazan con una dimisión colectiva a escala nacional y en todos los laboratorios públicos de investigación si no hay un cambio de política.

Bajo el lema Salvemos la investigación , los batas blancas , liderados por los más importantes cerebros del país, han convocado para hoy una huelga general de 24 horas, al tiempo que prevén la dimisión colectiva de sus tareas administrativas de todos los directores de laboratorios. 61.000 científicos, estudiantes de ciencias e ingenieros han firmado la petición de protesta, que denuncia la falta de subvenciones y fondos públicos para la investigación.

El primer ministro ha prometido la atribución de 3.000 millones de euros (500.000 millones de pesetas) para el 2007, pero los científicos consideran que sus necesidades son "urgentes" y reclaman el desbloqueo inmediato de fondos para transformar 550 contratos temporales en empleos fijos y para financiar programas actualmente bloqueados por falta de subvenciones.

La manifestación en París coincidirá con la presentación a la Academia de Ciencias --presidida por el Profesor Etienne-Emile Baulieu, que hace de mediador con el Gobierno-- del Consejo Nacional por el Futuro de la Investigación Científica.

MOVILIZACION CULTURAL Paralelamente, los trabajadores del mundo del espectáculo, que el año pasado impidieron con sus huelgas la celebración de los más famosos festivales, siguen movilizados contra la reforma que modifica su sistema de seguro de paro, por lo que se manifestarán el día 20. Los médicos, trabajadores hospitalarios, empleados de la construcción y educadores lo harán los días 18 y 19.

Hasta ahora, el Gobierno de Raffarin sólo ha conseguido calmar a los controladores, que habían anunciado una nueva huelga del 9 al 16 de marzo.

En plena campaña para las regionales del 21 y 28 de marzo, estas protestas benefician a la extrema derecha, a la que los sondeos atribuyen el 16% de los votos.