El consejo federal de la Liga del Norte, el partido de Umberto Bossi, se reunirá hoy en Milán para decidir si permanece en el Gobierno conservador de Silvio Berlusconi o se retira como forma de protesta por la dimisión forzada del ministro de Economía, Giulio Tremonti. Este es uno de las varios docenas de rompecabezas que Berlusconi deberá resolver en las próximas horas, incluido el de la sustitución del ministro de Economía, cargo para el que todas las autoridades italianas están presionando a Mario Monti, el actual comisario europeo de la Competencia.

Monti, de 62 años, exrector de la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán, cuenta en su haber con una carrera de prestigio y hasta ahora nunca ha aceptado cargos que le definan políticamente. Hace tres años rechazó la oferta de Berlusconi para ser ministro de Exteriores. Sin embargo, ayer los principales diarios italianos subrayaron que Monti podría "dar al Gobierno el prestigio internacional que ahora no tiene".

LIBERTAD Varias fuentes señalan que Monti ha pedido garantías para coger el cargo, como el "carácter técnico" del nombramiento y libertad de actuación para elaborar políticas económicas rigurosas. Las mismas fuentes creen que Berlusconi le dará esas garantías con tal de salir del atolladero, pero que "eso no significa que no se las quite luego".

Uno de los principales adversarios de Monti es la Liga del Norte, cuyo líder, Umberto Bossi, actualmente en fase de recuperación de un ictus, escribió ayer en el diario del partido, La Padania : "La responsabilidad de la dimisión de Tremonti es del partido romano, que intenta impedir el cambio de todas las maneras". "Berlusconi deberá explicar cómo se garantizan las reformas", añadió.

Todos los líderes de la Liga han subrayado repetidamente que están en el Gobierno sólo para conseguir el federalismo, o sea, el otorgamiento a todas las autonomías italianas de unas competencias semejantes a las de Cataluña o el País Vasco.

La dimisión de Tremonti ha creado, por otra parte, la curiosa situación de que Berlusconi, como titular provisional de Economía, es también el propietario-gestor del 99,55% de la televisión pública (RAI).