El presidente de EEUU, George Bush, intentó ayer aflojar la soga que aprieta, cada día un poco más, al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. En la última rueda de prensa del año, Bush se vio obligado a reiterar su apoyo al jefe del Pentágono, sobre quien se han intensificado las críticas procedentes no sólo de los de- mócratas sino también de prominentes republicanos, además de algunos soldados y familiares de éstos. "Está haciendo una labor excelente y quiero seguir contando con él", dijo Bush, preguntado en dos ocasiones acerca de su opinión sobre la gestión de Rumsfeld.

Bush hizo una apasionada defensa de Rumsfeld. Se preció de conocer "su corazón", lo definió como un jefe "que se preocupa por sus tropas", describió la "angustia" del secretario de Defensa ante las muertes de soldados y mencionó las visitas que realiza con su mujer "constantemente" a los heridos hospitalizados en Washington y Maryland. "Quizá su porte es áspero, pero bajo ese exterior hay un hombre bueno", dijo.

EL LADO HUMANO A la vez que intentaba potenciar el lado humano del secretario de Defensa, Bush tenía que rendirse a la evidencia de los fallos estratégicos y de planificación del Pentágono en la posguerra de Irak y, en un inusual gesto, llegó a admitir problemas. El líder estadounidense reconoció, por ejemplo, que los ataques insurgentes están siendo una "herramienta propagandística efectiva", una mera constatación de lo ocurrido la víspera en Irak, cuando murieron 66 personas en dos ataques en Nayaf y Kerbala.

Bush también asumió que las tropas iraquís, a las que Estados Unidos se comprometió a entrenar antes de transferirles la responsabilidad de la seguridad en Irak, han conseguido éxitos modestos. El presidente usó un tono más moderado que de costumbre. Y aunque regó sus respuestas sobre Irak con referencias a "importantes progresos", incluso pareció intentar preparar a su pueblo para un difícil proceso.

APOYO A PUTIN Bush tampoco evitó mostrar su apoyo a otro político cada día más cuestionado: Vladimir Putin. Aunque ambos han tenido diferencias recientes, sobre todo respecto a las elecciones en Irak, Bush reafirmó su amistad con su homólogo ruso. "Esta relación es importante y la definiría como una buena relación", sentenció.

El presidente estadounidense también prometió que, en su segundo mandato, se esforzará en buscar soluciones al conflicto entre Israel y Palestina, y aseguró que utilizará y agotará la vía diplomática en sus relaciones con Irán y Corea del Norte, los dos países que componían, junto a Irak, el llamado "eje del mal".