Más de 150.000 personas entre médicos, farmacéuticos, físicos, químicos y especialistas secundaron ayer una huelga general de 24 horas que paralizó la sanidad pública italiana, en una jornada en la que también pararon los pilotos de la compañía aérea de bandera Alitalia, que obligó a cancelar 159 vuelos.

Los médicos y el resto de personal de la sanidad pública pararon en protesta por los recortes de fondos del Gobierno de Silvio Berlusconi, la reforma del sector sanitario y la no renovación del convenio colectivo, caducado hace ya dos años.

La huelga fue convocada por 42 sindicatos y supone un paro sin precedentes en la sanidad pública italiana, en la que ayer no se realizaron visitas médicas, análisis u otras pruebas como tac, radiografías o resonancias, y sólo se aseguraron las urgencias y las operaciones urgentes. Según los convocantes, 90.000 operaciones quirúrgicas fueron suspendidas y 600.000 nuevas hospitalizaciones fueron aplazadas para los próximos días.