El presidente francés, Jacques Chirac, dijo anoche en un mensaje televisado dirigido al país que "ha entendido el mensaje" de los franceses en las elecciones regionales del pasado domingo y aseguró que la creación de empleo y el crecimiento serán prioritarios. Ante las cámaras de las dos principales cadenas de televisión, TF1 y France 2, Chirac justificó la confirmación como primer ministro de Jean-Pierre Raffarin al frente de un Gobierno "renovado", que cuenta con los mismos políticos, pero en carteras distintas.

Con su voto masivo a favor de la izquierda, los franceses expresaron "inquietudes, impaciencias y descontentos" que el Gobierno de Raffarin "deberá tener en cuenta", dijo Chirac. En su primera comparecencia tras la debacle de la derecha en las regionales, el presidente francés intentó matizar los resultados. Así, afirmó que, "si se compara el número de franceses que aprueba la acción gubernamental con el que lo desaprueba, la diferencia no es tan considerable". Por ello, apoyó la continuación de las reformas, aunque acompañadas de medidas sociales.

El nuevo Gobierno asumió ayer sus funciones entre una avalancha de críticas de la oposición de izquierdas y de la prensa. Para los socialistas, este Ejecutivo "interino" de "fracasados" no se ocupará de los problemas de los franceses. Los comunistas llamaron a "la resistencia en la calle, en el Parlamento y en las regiones".

OFERTA EN CORCEGA Mientras, los nacionalistas corsos facilitaron ayer la elección del conservador Camille de Rocca Serra como presidente de la Asamblea territorial de Córcega, pese a que la izquierda disponía de la mayoría relativa. De Rocca, elegido tras lograr 27 votos ante los 19 del líder de la izquierda local, Emile Zuccarelli, rechazó el puesto al no querer deber su elección a autonomistas e independentistas.