Un nuevo golpe a su gestión, esta vez la económica, al centrarse en la raquítica creación de empleo, se sumó ayer a la catastrófica guerra de Irak para poner a la defensiva al presidente de EEUU, George Bush, durante el segundo y crucial debate que debía mantener anoche con su rival demócrata, el senador John Kerry, en San Luis (Misuri).

Horas antes del duelo cara a cara entre los dos adversarios, en la Universidad de Washington, el Departamento de Trabajo anunció la creación de sólo 96.000 empleos durante el mes de septiembre, 54.000 menos de lo esperado. Con ello, proporcionó más munición a Kerry para denunciar la deficiente gestión económica de Bush, atacando otro de sus principales puntos flacos, ya que afecta al bolsillo de los votantes.

MENOS EMPLEO "Con la pérdida de 1,6 millones de puestos de trabajo durante su mandato, el presidente Bush será el primer mandatario en 72 años que afronta las elecciones con una economía que ha perdido empleos bajo su gestión", arremetió el candidato demócrata.

Desde la trinchera opuesta, la campaña de Bush trató de paliar el nuevo golpe bombardeando las televisiones de los norteamericanos con anuncios que resaltan la creación de dos millones de puestos de trabajo durante sus cuatro años de mandato en la Casa Blanca. De hecho, en sus primeros 32 meses como presidente, Bush perdió 2,6 millones de empleos y sólo ha recuperado 1,8 millones, con lo que el saldo es de 800.000 puestos de trabajo eliminados bajo su gestión.

Una veintena de electores que aún no han decidido por quién votarán el 2 de noviembre, elegidos por la empresa de sondeos Gallup, debía encargarse anoche de interrogar a Bush sobre los malos resultados en el empleo y sobre cuestiones de toda índole durante los 90 minutos de debate moderados por el periodista Charles Gibson, de la cadena televisiva ABC.

VENTAJA ACORTADA Después de su deficiente actuación en el primer debate con Kerry, celebrado el pasado 30 de septiembre en Miami, el presidente ha perdido la ventaja en los sondeos de que disfrutó en los meses de agosto y septiembre. El formato de asamblea de votantes elegido para el debate de anoche en teoría jugaba a su favor, ya que Bush se siente más cómodo en el contacto directo con los ciudadanos.

Sin embargo, Bush arrastraba otro poderoso hándicap en este nuevo cara a cara, por el golpe de gracia a su principal argumento para invadir Irak propinado el miércoles por el jefe de inspectores de armas de EEUU en el país árabe, al certificar que Sadam Husein no tenía armas de destrucción masiva.

Además, el exadministrador de EEUU en Irak, Paul Bremer, criticó este lunes el plan de la Casa Blanca para la posguerra iraquí.