Dos hombres armados mantuvieron ayer secuestrados a los pasajeros de un autobús de la empresa estatal de transportes de Grecia durante casi 18 horas. Los secuestradores, al parecer albaneses, liberaron durante el día a 17 de los 23 rehenes, hasta que al caer la noche anunciaron que no liberarían a más personas. Sin embargo, después de la medianoche se rindieron y dejaron libres a los últimos seis pasajeros.

"Todos los rehenes están a salvo y los dos secuestradores se han rendido", confirmó la portavoz de la policía. Los dos albaneses dejaron en libertad a los rehenes y luego tiraron por la ventana una bolsa donde pusieron las armas de que disponían: una pistola, un fusil y granadas. Inmediatamente, agentes de policía entraron en el autobús y los arrestaron.

Los secuestradores habían dado de plazo hasta las ocho de la mañana de hoy para que se cumpliera su principal exigencia: el pago de un millón de euros. "De lo contrario, haré explotar el autobús", había declarado uno de ellos durante una entrevista concedida a la cadena de televisión Mega a través del teléfono móvil de uno de los rehenes. Los dos hombres también habían pedido la presencia de un conductor que llevara el autobús hasta el aeropuerto de la capital griega y un avión para poder viajar a Rusia.

SIN CONDUCTOR El secuestro tuvo lugar poco antes de las seis de la mañana, cuando el autobús se dirigía de la localidad de Maratón a Atenas. Los dos hombres abordaron el vehículo en Gerakas e hicieron varios disparos al techo. Poco después, la policía griega llegó al lugar --una zona comercial-- y estableció un amplio perímetro de seguridad. El conductor, el revisor y una pasajera consiguieron huir aprovechando los primeros momentos de confusión del secuestro.