El escenario de protestas que sacude Venezuela desde hace semanas ha tenido un nuevo repunte de violencia en las últimas horas, en las que dos personas han muerto. El Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición se han enzarzado en un cruce de reproches. El Ejecutivo chavista ha achacado estas muertes a grupos fascistas mientras que la oposición ha acusado al oficialismo de atizar la violencia por llamar a sus seguidores a apagar las barricadas.

Las manifestaciones, que comenzaron el 12 de febrero y que en algunos casos se han tornado violentas, han causado hasta ahora, según cifras oficiales, 19 muertos y al menos 300 heridos. Las dos personas que perdieron la vida este jueves son, de acuerdo con la Fiscalía, un policía militar y un civil "mototaxista" que recibieron impactos de balas en el este de Caracas.

"Va a haber justicia"

Maduro ha lamentado estas nuevas muertes y ha explicado que el policía recibió un disparo mientras "ponía orden" en la zona, mientras que el civil recibió un tiro desde un edificio cuando limpiaba la calle de barricadas. "Va a haber justicia (...), eso no es ningún movimiento estudiantil, esos grupos de guarimberos son unos vándalos, que odian al pueblo, tengo que decirlo, porque yo tengo que llamar a la paz", ha afirmado el presidente venezolano.

El líder chavista ha cargado de nuevo contra los "jefes políticos de la oposición", a los que ha acusado de no buscar la paz. "¿Qué quiere esta gente con esa violencia? ¿Dónde están los dirigentes políticos de la oposición?", se ha preguntado. Le ha contestado Henrique Capriles, que ha calificado de "irresponsable" la declaración de Maduro. "Qué declaración tan irresponsable de quien ocupa la presidencia", ha dicho.

La Unasur abordará la crisis

El conflicto va a traspasar fronteras, pese a que Maduro haya querido evitarlo rompiendo relaciones con Panamá por intentar que la Organización de Estados Americanos (OEA) abordará la crisis venezolana. Sí tratará este asunto la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se reunirá la próxima semana en Santiago de Chile. Así lo ha anunciado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, que ha explicado que se aprovechará la asistencia de la mayoría de gobernantes suramericanos a los actos de investidura de la nueva presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para mantener la reunión de los jefes de Estado de la Unión sobre la crisis venezolana.

La Unasur, ha explicado Correa, lo ha consultado antes "por cortesía" con Maduro. En este sentido el dirigente ecuatoriano ha criticado a Panamá por tomar la iniciativa en la OEA sin consultar a Caracas. Correa ya ha expresado su apoyo al Gobierno chavista: "La verdad es que el acosado es el Gobierno legítimo de Venezuela", ha dicho el jefe del Estado ecuatoriano al afirmar que en las protestas "hay gente pagada con financiación exterior que claramente busca desestabilizar al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro".

El consejo permanente de la OEA, reunido el jueves en Washington, descartó la posibilidad de convocar una reunión de consulta de los cancilleres del continente para tratar el asunto de Venezuela. Tras casi cinco horas de reunión, los embajadores de los Estados miembros descartaron por falta de consenso la propuesta planteada por Panamá.