EEUU lleva hablando de ello desde primavera, pero, tras las últimas detenciones de operativos de Al Qaeda y la incautación de documentación, los responsables de seguridad y espionaje concretan: la organización planea lanzar un ataque antes de las elecciones del 2 de noviembre aún más letal y espectacular que el del 11-S del 2001 y tras cuya organización podría estar Osama bin Laden. Eso sí, sigue sin haber datos concretos sobre dónde, cómo y cuándo exactamente, por lo que la sombra del uso electoralista de las alertas sigue planeando sobre la Administración de George Bush.

Diversas fuentes del Gobierno se lanzaron el pasado fin de semana a una campaña de entrevistas y declaraciones para concretar la supuesta amenaza, que también pende sobre el Capitolio. "Quieren algo más grande que el 11-S, quieren un ataque catastrófico", dijo ayer en Fox News Frances Townsend, asesora de Bush en seguridad interior.

John Brennan, jefe del Centro de Integración de la Amenaza Terrorista donde se produce el Informe Presidencial Diario sobre Amenazas, lo ratificaba en una entrevista en Newsweek : "Justo ahora, Al Qaeda está intentando atacar EEUU en una escala igual o mayor que el 11-S".

Según la revista, miembros de alto nivel de la organización de Bin Laden han estado viajando desde todo el mundo hasta la frontera entre Afganistán y Pakistán "aparentemente" para reunirse y preparar el ataque. Esas reuniones recuerdan al encuentro de miembros de Al Qaeda en Malaisia en enero del 2000, donde la trama del 11-S cobró forma.

Esa teoría coincide con la que expresa también en Time un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional. "Hemos detectado en varias ocasiones informaciones de que Al Qaeda quiere atacarnos antes de las elecciones y algunas de las comunicaciones atribuyen ese deseo a Bin Laden", dijo esa fuente desde el anonimato.